El sistema europeo de TV digital es mayoritario en el mundo

En los últimos meses han surgido importantes presiones de Brasil, que ha acordado con Japón la instalación de traspaso de tecnología para instalar fábricas en su país a cambio de utilizar la norma oriental, en el resto del continente para que se adopte la norma digital japonesa.

Uruguay no es el único, pero es de los pocos países que continúan afiliados y creyendo en las ventajas del DVB europeo.

 

Presiones

Las presiones sobre nuestro país se han intensificado por lo que consultadas fuentes especializadas de la UE, proporcionaron a LA REPUBLICA algunos datos que parecen confirmar lo acertado de la resolución adoptada por el gobierno del Dr. Tabaré Vázquez.

La actual administración también ha ratificado la decisión de Vázquez en aras de asegurar la modernización de los servicios de radiodifusión introduciendo nuevas aplicaciones y soluciones para ampliar la Sociedad de la Información buscando aumentar la inclusión social de todos los uruguayos.

 

Razones

Una de las razones importantes para inclinarse por el sistema europeo es que se trata de los equipos más baratos del mercado mundial en razón de ser el sistema más extendido en el mundo, con 120 países que ya lo han adoptado en los cinco continentes, cubriendo más de 3,3 mil millones de personas en todo el mundo.

Después de 10 años de TV Digital en el mundo, DVB se ha convertido en el estándar más elegido al nivel mundial. Ya existen 37 pases con operaciones comerciales y otros 80 por iniciarlas. Por ello, los técnicos de la UE aseguran que es el único sistema «que puede garantizar economías de escala para los decodificadores durante los próximos 20 años o más, sin la amenaza de descontinuación, alimentando continuamente la industria de microelectrónica correspondiente, lo que asegura volúmenes y precios de los chips siempre más bajos, incluso de las innovaciones que se van añadiendo a ellos».

El DVB presenta también como ventajas, en términos de costos, su «transparencia en cuanto a derechos por propiedad intelectual», así como el elevado grado de competencia que asegura la existencia de un gran número de fabricantes de equipos. Los técnicos europeos aseguran que «otros estándares nunca alcanzarían los niveles de precios del DVB-T por sus economías de escala sustancialmente inferiores.

Asimismo, necesitarían de adaptaciones para funcionar en todo el continente latinoamericano, por no disponer de la flexibilidad nativa del DVB». Los técnicos precisan que el sistema japonés es utilizado por el 2,8% de la población mundial mientras que el europeo ya cuenta con la adhesión del 62% de la población.