La percepción asimétrica del conflicto

Los medios de comunicación presentan al lector o al televidente, muchas veces diariamente, ataques de misiles y morteros contra la población civil del sur de Israel, perpetrada de una manera indiscriminada por Hamas ­ el grupo terrorista que se apoderó ilegalmente de la Franja de Gaza, como resultado de un cruel y violento golpe de Estado en junio de 2007 ­ y esos mismos medios describen la respuesta militar israelí, dirigida contra los responsables de esos actos terroristas y la infraestructura terrorista que los cobija.

 

Resultado: muertos y heridos de las dos partes.

Conclusión: estamos frente a un ciclo de violencia.

 

CONCLUSION ERRADA

Somos testigos de una campaña (orquestada) dirigida por Hamas y otros grupos terroristas palestinos, cuyos actos de violencia y lanzamiento de misiles tienen como objetivo casas, escuelas, hospitales (aun aquellos donde son tratados enfermos palestinos provenientes de la Franja de Gaza), instituciones educativas religiosas, jardines de infantes; cuya finalidad es sembrar la muerte sin distinción. Es una acción deliberada e indiscriminada para aterrorizar a la población civil israelí. Es inmoral, pero además es contraria al derecho internacional, al derecho humanitario y viola los derechos humanos, que debería gozar también la población israelí, al frente de los cuales está el derecho a la vida.

Recordemos: en agosto de 2005 Israel se retiró de toda la Franja de Gaza. Desde entonces no hay presencia civil o militar israelí, no hay ocupación de ese territorio, que pasó a la administración absoluta y total palestina. El gobierno palestino es el exclusivo responsable de lo que acontece en su territorio, incluyendo los ataques (terroristas) contra Israel. Desde la retirada israelí de Gaza, más de 4500 misiles fueron lanzados contra las aldeas y ciudades israelíes al sur del país (más de 850 solamente desde principios de este año). Recordemos: Gaza no estaba ocupada desde 2005. No había bloqueo económico de Gaza. No había actividad militar en Gaza. Los misiles y las bombas de morteros no eran una respuesta a las iniciativas militares de Israel pues no las había en ese momento. No había simetría en los actos y las reacciones. Los misiles eran simples actos de puro terrorismo, sin provocación o represalia israelí. Israel no reaccionó a esta ola terrorista, invadiendo Gaza u ocupándola (de nuevo). Pero después de miles de misiles aterrizando en el seno de la población civil israelí, las autoridades decidieron que la política de abastecer a Gaza con electricidad (que permitía también continuar fabricando los misiles dirigidos contra Israel), petróleo y otras necesidades básicas, no era la mejor política para defender a nuestra población. Así es que se impuso un bloqueo a la Franja de Gaza.

Recordemos: cuando Hamas violó la frontera de Gaza con Egipto hace algunos meses, hubo un flujo muy grande de armas, explosivos y terroristas al territorio palestino, muchos de los cuales seguramente serán utilizados para matar más de nuestros ciudadanos.

No confundamos entre un ladrón que usa violencia y ataca a su víctima y el policía que ataca al ladrón para arrestarlo. Ambos utilizan la violencia, uno para cometer un delito y el otro para defender a la sociedad frente a la violencia y la violación de la ley.

La violencia entre palestinos e israelíes cesará cuando los terroristas palestinos cesen de atacarnos. Tampoco aquí hay simetría. Si los palestinos renunciaran a la violencia, habría paz. Si nosotros renunciamos a nuestra defensa propia (reconocido principio del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas), dejaríamos de existir.

Es el terrorismo palestino y no los actos de defensa propia de Israel que obstaculizan el proceso de paz y amenazan la vida de los pueblos de la región.