El corazón a la izquierda, el bolsillo a la derecha

No es cierto que la reforma tributaria haya sido redactada en el exterior ni por el FMI. La redactó inicialmente un grupo de trabajo creado por el Ministerio de Economía y Finanzas, que integró, entre otros, nuestro amigo, el economista Gabriel Lagomarsino, hoy asesor de la presidencia del BPS y antes del Equipo de Representación de los Trabajadores en el BPS y del PIT-CNT En diversas instancias, lo invitamos para que nos hiciera una presentación en la comisión de seguridad social del nuestra Central.

Existe además abundante información pública de que desde entonces y posteriormente fue discutida a nivel público, del Poder Ejecutivo y parlamentario, incluso en la bancada de legisladores del Frente Amplio donde se le introdujeron varias modificaciones, algunas de ellas no compartidas por nosotros.

Hemos compartido que la gradualidad en los cambios es una forma que en el Uruguay se ha optado en las grandes reformas estructurales. Miremos nuestra propuesta de reforma estructural de la seguridad social aprobada en el 8º Congreso del PIT-CNT, así consideramos esta ley, parte de un proceso que nos lleve a un sistema tributario, progresivo, justo, que permita que la redistribución de la riqueza se haga con justicia. Claro que esto no es fácil, a nadie le gusta estar entre las franjas que tienen que aportar más, a la hora de poner, pero durante muchos años pregonamos que los que tienen más paguen más, tenemos derecho a cambiar, lástima que alguno se vaya para el lado equivocado.

El IRPF afecta a unos pocos jubilados y pensionistas, más de un 80% no paga ni un peso, y del resto sólo un tercio paga más; y 200 mil trabajadores que antes pagaban IRP ahora no pagan IRPF: por tanto, tampoco podemos compartir cuando se afirma en diversos medios de prensa que se le mete la mano a las jubilaciones, pensiones y a los trabajadores, en forma generalizada.

– Nunca desde el movimiento sindical organizado, ni antes desde la fuerza política que está en gobierno, ni desde su bancada, se accionó en relación a la eventual inconstitucionalidad del IRP, que afectó sí a muchísima más gente durante un cuarto de siglo.

Sí, los trabajadores cuestionamos el alto monto que significaba, analizamos lo regresivo que era el sistema que por trabajar, en algún caso alguna hora más, nos aumentaba el aporte pero de todo el sueldo, no en forma progresiva como es el actual.

 

Se buscó rebajarlo o eliminarlo, con alternativas y movilizaciones contra el mismo y sus efectos, por ejemplo en el propio ajuste de pasividades. Pero en ello, nunca se iniciaron acciones o recursos en nombre de la clase trabajadora, por fuera de la central única, el PIT-CNT.

Es claro, algunos privilegiados se pudieron jubilar a través de leyes con causales especiales, que fueron derogadas en 1995, que en el caso de que estuviera en ejercicio del cargo en el momento de la derogación, igual reservaron el derecho para sí, porque, que se joda el que viene después, pero yo no.

Hubo otros, como en el su momento representante de los trabajadores en el BPS, E. Murro, tema este conversado en el equipo, que renunció a ese beneficio por ser poco ético hablar de equidad como principio de seguridad social, y aprovecharse de esas normas, que benefician a unos pocos que ahora se revolucionan cuando la ley les toca su bolsillo.

¿Cuántos trabajadores, hoy desocupados, se pueden jubilar a los 55 o 57 años, o algunos con menos edad?

Cuántos después de dejar el cargo tienen 3 años de subsidio cobrando casi el 100% del sueldo que ganaban, y terminado este jubilarse con montos que a valor de hoy rondan los $ 33000. Sólo lo tienen aquellos que ocupaban cargos en la década de los 90 e hicieron la reserva de ese privilegio.

Sobre los profesionales que firman estos recursos no nos referiremos, sólo decir que algunos se han jubilado con importantes jubilaciones de este instituto y de otro, pero siguen en actividad en Caja Profesional, y no sólo cobran importantes montos por sus pasividades, sino que también recaudan importantes montos por sus escritos, y los trabajadores y jubilados organizados los conocemos, por eso la distancia que desde hace tantos años tenemos con ellos.

Muchos de ellos, como la jubilación era por la última actividad, que fue civil, pueden seguir trabajando en otras, comercializando productos, asesorando empresas, etc.

Todo esto no es ilegal, pero nos lleva a dos reflexiones, ¿ tiene que ver con la justicia que reclamamos los trabajadores de igualdad frente a la Constitución y la ley? Quienes ocupando cargos en órganos de gobierno, muchas veces promovidos y elegidos por los propios trabajadores, nunca hablamos de inconstitucionalidad del IRP en las jubilaciones, y tenían tribuna para eso, pero no lo plantearon, ahora les tocan su interés personal y me acuerdo que esta ley no me sirve.

Segundo, ¿dónde quedan los valores de solidaridad que viejos dirigentes y también de hoy, permanentemente, nos han tratado de educar? Esto no quiere decir que compartimos el 100% de la política económica, sólo hay que remitirse a la decisión que los organismos de La Central Única PIT-CNT han planteado frente al nuevo Sistema Tributario.

Sería mejor que todos juntos, como la historia ha marcado, que ha sido el único camino que nos lleve a una sociedad más justa sin excluidos y privilegiados, y no con salidas individualistas que lo único que hace es acumular para la vereda de enfrente.

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