EDITORIAL

La IV Flota que se nos viene, que se nos viene

El pasado 30 de junio, Fidel Castro lanzó una alerta a toda Latinoamérica: que la IV Flota de Estados Unidos vuelve a patrullar nuestras aguas.

El hecho de por sí es preocupante, pero mucho más preocupa porque el comandante es Joseph Kernan, quien hasta ahora era el máximo jefe del Comando de Tácticas Especiales de Guerra Naval. Según Clarín de Argentina «El marino pertenece al grupo SEAL, un comando de élite con hombres seleccionados para las más duras operaciones especiales, preparados para actuar en las condiciones más adversas y exigentes. Operaron en Vietnam, Camboya y Laos». Con esta decisión, el Comando Sur ha alcanzado el mismo nivel de importancia que el Comando Central que opera con la V Flota en el Golfo Pérsico, asegura Clarín.

» No es una coincidencia que esta decisión aparezca cuando se inicia un cambio estructural de la economía mundial en el que las reservas de agua dulce, los alimentos y los recursos energéticos se posicionan como un valor estratégico importante», responde el profesor Khatchik Der Ghougassian, especialista en temas de seguridad de la Universidad argentina de San Andrés.

El profesor añade que «no ocultan la inmensa importancia que tienen los mares del sur del Hemisferio Occidental y admiten que se aumentará la capacidad de actuar, por lo que la IV Flota supervisará barcos y aviones, incluyendo los civiles y comerciales, que naveguen al sur de los Estados Unidos».

«James Stavridis, el actual Jefe del Comando Sur», añade Clarín, «agregó al narcotráfico, la lucha contra el terrorismo y la posibilidad de responder a la migración masiva de refugiados de países como Haití o Cuba. James Stevenson, comandante de la Marina del Comando Sur, precisó que sus naves llegarán hasta el tremendo sistema de ríos en Sudamérica, navegando en las aguas marrones más que en las tradicionales aguas azules. Es decir, un vasto control en el interior del territorio latinoamericano.

«El Comando Sur despliega una actividad social como reparto de alimentos o medicinas que les permite convencer al Congreso norteamericano de que esta penetración está justificada», añadió el periódico argentino.

A los uruguayos no debería sorprendernos esta actitud de Estados Unidos.

En la página web «Centro histórico naval», un sitio de la Marina de Guerra de los Estados Unidos, hay un capítulo titulado «Guerras y conflictos de la Marina de Guerra de Estados Unidos, en la que hay un subtítulo: «Casos del uso de las fuerzas de Estados Unidos al exterior, 1798 ­ 2004″. Allí se puede leer dentro de una larga cronología sobre el uso de las fuerzas en el exterior:

a) «1855 – Uruguay. Del 25 al 29 de noviembre. Estados Unidos y las fuerzas navales europeas aterrizaron para proteger intereses americanos durante una revolución procurada en Montevideo»;

b) «1858 – Uruguay. Del 2 al 27 de enero. Las fuerzas a partir de dos buques de guerra de Estados Unidos aterrizaron para proteger la característica americana durante una revolución en Montevideo»;

c) «1868 – Uruguay. 7 y 8 de febrero, 19 a 26. Los EEUU fuerzan residentes extranjeros protegidos y el customhouse durante una insurrección en Montevideo».

Por estos antecedentes históricos y porque estamos sentados sobre parte del Acuífero Guaraní, porque a lo mejor tenemos gas y porque somos importantes productores de alimentos, el alerta de Fidel debería ser tenido en cuenta.

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