EDITORIAL

Obama y García, un solo corazón

En tiempos electorales se confunden los roles, y comprendemos que ello suceda. ¿A qué nos referimos? Muy simple. Algunos economistas, serios ( aunque no compartamos sus puntos de vista) han sido ministros de Economía, otros han ocupado altos cargos en dicho ministerio. ¿Dónde está el problema? Que opinan de economía pero con un fuerte contenido político partidario. Hablemos claro, nos referimos a Isaac Alfie, Javier de Haedo e Ignacio de Posadas (que sin ser economista fue ministro).

Por lo tanto, todas sus declaraciones pierden calidad técnica ya que claramente están arrimando agua para su molino. Tomemos como ejemplo la política a llevar adelante para enfrentar la crisis mundial provocada por una estafa singular por parte de magnates y personas muy dignas (no sabemos si de comunión diaria), todos ellos de Wall Street. También habría que mencionar la sequía y las políticas a adoptar y/o adoptadas para mitigar sus efectos.

Con respecto al primer tema, los tres especialistas mencionados han abogado por una apertura total, reducir las políticas sociales, eliminar subsidios y bajar las inversiones (el gasto público, es decir aumentar el desempleo), al tiempo de rebajar o suspender los impuestos a los empresarios. Es una forma de ver las cosas que responde a los intereses de una clase social. Pero, cuando se critica al gobierno, cuando se enfrentan posturas, ahí ya entramos en la política electoral. Volvamos al aspecto más profesional del problema. Con sus estilos propios de manifestarse, los tres han sostenido que el gobierno se ha equivocado en el camino adoptado, el más folclórico en sus declaraciones ha sido Posadas.

Cuál no sería la sorpresa de los uruguayos cuando una mañana nos levantamos y leemos y escuchamos que el Presidente de los EEUU propone para su país una serie de medidas que van en la línea de lo que ha decidido nuestro gobierno, a saber, aumentar la inversión pública, apoyar el gasto social, proteger la producción de su país y aliviar fiscalmente a los empresarios nacionales, además de regular e investigar a fondo cómo se maneja La Meca (Wall Street). Ergo, ¿estará tan desubicado en su política anticrisis nuestro gobierno?. Si no alcanzó con lo anterior, digamos al pasar que los europeos comenzaron a acentuar las medidas proteccionistas.

Echemos un vistazo rápido a la sequía y las críticas electoraleras. La creación del Proyecto Producción Responsable (que prioriza las soluciones de proporcionar agua a los productores), del Proyecto Uruguay Rural (líneas de crédito para productores con perfil familiar), el Programa Ganadero (subsidio a productores para planes colectivos de compra de forraje o suplemento), estaban incluidos en la Rendición de Cuentas 2006-2007, ¿será necesario advertirle al lector que solamente fueron votadas por el gobierno? (ni el preocupado Larrañaga, ni Gallinal, ni Heber levantaron la mano). Recordemos también las prórrogas de pago por parte Colonización, Mevir, la apertura de créditos por parte del BROU y CND a productores que no fueran sus clientes, se han prorrogado los aportes patronales rurales, subsidios para productores queseros y lecheros, etc., muchos etcéteras.

Lo que sin duda enardece a blancos y colorados es que fundamentalmente el apoyo va orientado a los productores familiares, pequeños y medianos, aquellos que no sacan las ganancias fuera del país y se parte del principio que quien no trabaja la tierra directamente, tiene casa en Montevideo y en Punta, cuentas bancarias en el exterior, viajes a EEUU y Europa, es un empresario defensor del libre mercado, de las leyes del mercado (sálvese quien pueda), de manera que debe atenerse y ser consecuente al sistema que defiende y sus consecuencias, en las buenas y en las malas. Se dio vuelta la tortilla, hoy no son beneficiados los que en anteriores gobiernos eran los primeros en serlo ante cualquier contratiempo.

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