Interna feroz como el lobo de los cuentos

El sábado 7 de este mes de marzo el diario El País publica titulares alarmantes a su mejor estilo, declarando que el oficialismo se divide y se desata una, por ellos llamada «interna feroz», en alusión a los recientes discursos de los precandidatos frenteamplistas a los comicios internos de junio.

Ustedes me disculpen. Estuve acompañando al senador Mujica en el acto de lanzamiento de su campaña preelectoral y también escuché, leí y vi por la tele la respuesta del senador compañero Astori. No es que no lo quiera ver, simplemente no hay nada de lo que ellos pintan así como la debacle, la guerra. ¡No!

Veo dos precandidatos haciendo su juego político con respeto; en este momento adversarios, al fin, no es novedad para nadie; pero de ahí a lo de «feroz» hay muchas leguas y lenguas sueltas.

Es cierto que el Pepe es una religión. Cuando ofrendamos fe se producen milagros y estamos ante uno de ellos: pueblo en la cumbre a punto de ocupar un merecido lugar de máxima dirección del país. El propio Frente Amplio es una devoción y creemos en él a pie juntillas, no por fanáticos sino porque lo construimos entre todos. Más que nada los que tuvieron que morir para que viviera un sueño, el de despertar y ver la igualdad social real, la utopía que se toca. Por eso lo cuidamos de los lobos feroces de verdad que están fuera de él y editan diarios. En esta hora dentro de las fuerzas de izquierda uruguayas no hay enemigos sino capacidades de conducción política diferentes compitiendo para bien del país y que gane el mejor.

La frutilla de la torta son los dichos por supuesto sin autor que la nota del caso deja caer: «Está bien que se prenda fuego todo, que se encienda la pradera» y otros que no vale la pena comentar relacionados a «poner en riesgo al país».

Ante tan burda y gratuita sembrada de cizaña es necesario argumentar.

Entonces, excepto la exageración atribuible a la lógica de una oposición sin escrúpulos que seguramente atacará cada vez en forma más mezquina, no hay nada que empañe el necesario debate público hacia las internas que dirimirán la candidatura del FA, que respetaremos y apoyaremos todos como frenteamplistas que somos. Desde las bases hasta los más encumbrados dirigentes en comprometidos lugares de gobierno.

Nadie se engañe. La contra que corroe y pretende quitar fuerzas no está dentro del Frente Amplio.

Hoy los precandidatos se ven momentáneamente enfrentados como resultado de una madurez del mismo partido de izquierda que crece y se diversifica y está bueno que así sea, pronto los veremos cinchando al unísono por un segundo gobierno de profundización de los cambios. El pueblo sabe que debe elegir, entre los buenos al más destacado.

Nosotros con Pepe y por la «unidad, unidad, unidad», para que no nos «devoren los de afuera» al estilo Martín Fierro.