Mujica y Lacalle: el Sur y el Norte

Las encuestas, como las tablas de posiciones que los comentaristas deportivos utilizan para predecir resultados, marcan tendencias pero no certezas. Sin embargo, el rigor aplicado a su confección, hace que las grandes sorpresas sean muy difíciles. De allí que -con mayor claridad en el Frente Amplio, con menor en el Partido Nacional- es predecible que los aspirantes al sillón presidencial sean respectivamente, Mujica y Lacalle. La `izquierda butifarra’ al decir del doctor de Posadas y la `derecha pituca’ estarán frente a frente.

En la derecha, los asustados por el derrumbe de lo viejo parecen optar por un timonel avezado, que como en el pasado reciente, sin dudas aplicará el recetario de la burguesía trasnacionalizada: mayor sujeción al Norte rico y mayor hambre y palos para el Sur pobre. En la izquierda, las clases necesitadas de acelerar las transformaciones optan por un viejo jugado, que podrá cometer errores, pero que en todo caso no nombrará a sus ministros en Washington ni hará sus grandes anuncios ante la ADM. Su recetario es simple: con los pobres del Sur y contra el servilismo al Norte.

Pero los conceptos de Norte y Sur están cambiados, tratándose del mundo y del país, y en ambos casos, más que ubicaciones geográficas indican una dicotomía sociológica.

En el mundo, el Norte expresa a las sociedades ahítas de consumismo, de egoísmo, de despilfarro, de desprecios étnicos, y esconde en su seno a su Sur pobre, que en EEUU son 40 millones. El Sur está en este hemisferio, pero expresa a sociedades carenciadas, explotadas, reprimidas, pero que también contienen su Norte rico.

Lacalle, acérrimo defensor de un TLC con EEUU, expresión de la explotación nacional, y enemigo de la Patria Grande sudamericana y latinoamericana, representa a ese Norte privilegiado y es garantía de que Uruguay cumpla el papel asignado por los imperios de turno: el de Estado tapón, enfrentado a las naciones vecinas hermanas. Lo ha dicho: prefiere a aliados poderosos y lejanos. Mujica, identificado con Fidel, Chávez, Correa y Evo y convencido antiimperialista, representa a este Sur pobre.

Pero en Uruguay, Norte y Sur geográficamente están cambiados respecto a los mismos conceptos en el mundo. El Sur es la Costa, la zona privilegiada donde se invierten 7 de cada 10 pesos, aunque también contenga en su seno, su Norte empobrecido y explotado. Según unos termina en Bulevar Artigas, según otros en el Arroyo Miguelete. Allí comienza el Norte nuestro, pobre, donde sólo se destinan 3 de cada 10 pesos invertidos, el del Montevideo periférico y del área metropolitana, el del interior profundo de los peones superexplotados y de los chacareros abandonados a su suerte hasta hace poco. En el Uruguay, Mujica representa al Sur del Cerro y Bella Unión y Lacalle al Norte de Punta del Este.

No extraña que desde la derecha se interprete: «No debe sorprender entonces que estos sectores desencantados opten por el camino más fácil (sic): buscar refugio en un discurso político que sostiene que las respuestas y las soluciones llegan mediante esfuerzos colectivos a través de la acción en los partidos y en los sindicatos. Porque en definitiva han sido convencidos de que es responsabilidad del Estado restablecer los equilibrios perdidos…».

En un sentido la derecha se equivoca: el «camino más fácil» le ha costado al pueblo trabajador, literalmente sangre, sudor y lágrimas. El «camino más fácil» la izquierda lo ha asumido con su riqueza: la fortaleza espiritual de miles de mujeres y de hombres.

Pero en otros sentidos tiene razón: la izquierda ha convencido de que es responsabilidad del Estado atender a todos los necesitados en vez de socorrer a los banqueros estafadores. Además, la lucha internacional y nacional ha hecho consciente al pueblo explotado y sufrido, de que su emancipación será obra sólo suya, y que ésta se gesta con el esfuerzo colectivo volcado en los partidos y en los sindicatos.

¹Gianelli . «Mujica y Lacalle». Búsqueda del 27 de marzo