Cayó el capo narco más buscado de Latinoamérica

Fernandinho, el narcotraficante más buscado de Latinoamérica, fue arrestado el sábado por el Ejército colombiano en una zona selvática entre los departamentos de Vichada y Guainía (en la frontera con Brasil), junto con uno de sus escoltas, también brasileño. La acción fue ejecutada por unos 200 hombres de la Fuerza de Despliegue Rápido, un comando especializado en maniobras antidrogas y de contraguerrilla, a cuyo cargo está desde hace tres meses la operación ‘Gato Negro’, una gigantesca ofensiva en la que participan cerca de 3.000 soldados y que se desarrolla en las selvas del sureste del país.

El operativo para detener al capo, quien se hallaba bajo la protección de las FARC, se intensificó el pasado viernes tras la captura de un guerrillero, quien reveló que el brasileño había huido herido después que aeronaves de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) obligaron a aterrizar la avioneta en la que se desplazaba.

Fernandinho, de 34 años, y al que las autoridades comparan con el tristemente célebre capo colombiano Pablo Escobar –abatido por la Policía en diciembre de 1993–, era trasladado a la ciudad de Villavicencio, donde se le iba a prestar atención médica y luego se intentaría sacarlo del país, según confesó el piloto de la aeronave, capturado el viernes. El señalado narcotraficante tiene un brazo enyesado y le faltan dos dedos de una mano, dijo a la prensa el comandante del Ejército, general Jorge Mora, quien señaló además que tras el aterrizaje Fernandinho quedó en plena selva sin alimentos ni armas. Fernandinho huyó de Brasil hacia Colombia hace seis meses y desde entonces se hallaba bajo la protección del frente 16 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que comanda Tomás Molina (alias «El Negro»).

Según el Ejército colombiano, Molina y Fernandinho se aliaron para intercambiar cocaína por armas para las FARC, la mayor guerrilla de Colombia con unos 16.500 combatientes, comprometida desde hace dos años en una negociación de paz con el gobierno del presidente Andrés Pastrana. «Hoy por hoy, Luis Da Costa es uno de los brazos fuertes de los guerrilleros», dijo recientemente el zar antidrogas brasileño, Getulio Bezerra.

Según el diario colombiano El Tiempo, las FARC entregaban a Fernandinho dos kilos de droga por cada fusil. La cocaína era sacada de Colombia hacia diversos países, incluidos Brasil y Paraguay, por Marcelo da Costa, el hermano del capo, y Ney Machado, uno de sus lugartenientes, capturado en el marco de la operación «Gato Negro».

La captura de Fernandinho ha sido considerada en Colombia como uno de los más duros golpes propinados al narcotráfico tras el desmantelamiento de los grandes cárteles de la droga, incluidos los de Cali y Medellín, éste último liderado por Pablo Escobar.

Ese hecho se produjo casi dos semanas después de que la Fiscalía General de Colombia dictara una orden de arresto contra el mafioso brasileño y «El Negro Acacio», el primer jefe de las FARC que es encausado por narcotráfico.

Dicha orden fue proferida en momentos en que Estados Unidos anunció que pedirá a Colombia la extradición de los jefes guerrilleros y paramilitares involucrados en el tráfico de drogas, a lo cual el gobierno de Bogotá se ha mostrado favorable.

Al ser presentado a los medios de comunicación en la base militar de Marandúa (600 km al sureste de Bogotá, en el departamento de Vichada), «Fernandinho Beira Mar» negó este domingo que tenga vínculos con las FARC, tal como sostienen las autoridades.

«No tengo ningún negocio con las FARC», dijo lacónicamente. «No tengo ningún vínculo con las FARC. Las FARC no me dan protección, nunca me la dieron», enfatizó Fernandinho. En ese sentido, dijo que que no conoce al jefe del frente 16 de las FARC, Tomás Molina (alias «El Negro Acacio»).

«Yo no lo conozco», subrayó en medio del acoso de un nutrido grupo de periodistas, que se congregó en la base aérea a donde fue llevado el sábado tras su captura. Fernandinho dijo igualmente que se dedica a la ganadería y que estaba de paso por Colombia realizando actividades propias de ese negocio. (AFP)