Accidente. Otros tres presos están graves; un cortocircuito en un calentador eléctrico casero habría iniciado el fuego

En la peor tragedia en cárceles uruguayas  doce reclusos murieron calcinados en Rocha

El incendio se originó, aparentemente, por un cortocircuito generado a partir de un calentador casero que había quedado encendido en la celda. La información oficial indica que el episodio ocurrió a las 3.30 horas, mientras que el destacamento de Bomberos de Rocha recibió la llamada solicitando su presencia a las 3.43 horas.

En el incendio murieron calcinados 12 jóvenes reclusos, de entre 20 y 25 años, aproximadamente, los que en casi todos los casos estaban recluidos por delitos menores; algunos saldrían de la cárcel en los próximos días. Otros 8 están internados en distintos centros de asistencia de Rocha, Maldonado y Montevideo, algunos muy graves, como los tres que están en el Centro Nacional del Quemado (Cenaque) del Hospital de Clínicas.

Varios reclusos, durante la jornada de ayer y mientras esperaban ser llamados a declarar a la sede judicial a cargo del doctor Vital Rodríguez, hacían llegar su crítica por lo ocurrido señalando que «se demoró en abrir las puertas para que la gente saliera».

Durante las primeras horas de la mañana de la pasada jornada, el subjefe de Policía, comisario Celson Sosa, fue la primera voz oficial en hablar en forma pública sobre lo ocurrido horas antes. A diferencia de lo señalado por varios reclusos, el jerarca afirmó que «no hubo demora y prueba de ello es que sólo un módulo fue afectado».

Este es el elemento básico que se instaló en la consideración pública y, seguramente, sea la búsqueda que encaraba el Juzgado a cargo.

Además falta confirmar la causa del siniestro, más allá de lo que aparentemente sucedió. Esto será tarea de los peritos de Bomberos del Cuartel Centenario de Montevideo, que estuvieron en el lugar realizando los relevamientos.

 

Conmoción al amanecer

Los vecinos de la cárcel, que muchas veces dan testimonio de noches complicadas con desórdenes de los reclusos, coincidían en señalar que durante la madrugada «no escuchamos nada». Igualmente, la presencia de un camión de Bomberos o la entrada y salida de móviles policiales denunciaba que algo estaba pasando aunque no lo horrendo de la situación que estaba ocurriendo en el interior del establecimiento de reclusión.

Ya en las primeras horas de la mañana trascendió la real magnitud de lo ocurrido y con la propagación de la información, el movimiento exterior iba en aumento.

Familiares que acudían a saber y en algunos casos, fue la reja de entrada a la cárcel el lugar donde se enteraban de que su familiar había fallecido.

Las autoridades del departamento acudieron al lugar en las primeras horas de la mañana.

El diputado nacionalista José Carlos Cardoso llegó primero. Luego arribaron el legislador Aníbal Pereyra, la intendenta Pilar Altéz y el jefe comunal electo (asume hoy) Artigas Barrios.

A media mañana se hizo presente el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, quien recorrió las instalaciones, reuniéndose luego con el Comando departamental de Policía. Posteriormente ofreció una conferencia de prensa.

El secretario de Estado ingresó al centro de reclusión rochense en un vehículo cuando en el exterior de la cárcel había un número importante de personas. No había guardia externa ni elementos de seguridad; tampoco los familiares hicieron comentarios ni profirieron gritos de naturaleza alguna al ingreso del ministro.

En la conferencia de prensa Bonomi primero lamentó lo sucedido, habló de la situación y señaló que este episodio puede acelerar la remoción de varios reclusos desde Rocha a la cárcel de las Rosas (departamento de Maldonado), donde se están construyendo nuevos módulos en el marco de la regionalización de cárceles. Si bien la obra requiere de algunos meses para su culminación total, habría módulos ya terminados a los cuales podrían ser enviados varios reclusos y así descomprimir la situación en la cárcel rochense.

El cierre del lugar siniestrado fue descartado por el ministro porque «para hablar de una medida de esa naturaleza tenemos que tener una alternativa que en este momento no tenemos».

Además el jerarca agregó que «se les brindará todo el apoyo a las familias de los fallecidos» y manifestó que en primer término esa ayuda será psicológica, aunque Bonomi indicó que «no se descarta» que también haya un aporte económico a los familiares de las víctimas.

En horas de la tarde también estuvo presente en el centro de reclusión el doctor Alvaro Garcé, comisionado carcelario parlamentario, quien con motivo del motín registrado en la misma cárcel hace algo más de un mes había declarado que «la cárcel de Rocha es la peor del país» debido al estado «calamitoso» de las instalaciones y el gran hacinamiento, ya que el lugar, construido a fines del siglo XIX para 50 presos, contaba con alrededor de 120 en la actualidad. Además era necesario otro lugar para los reclusos ya que este está a escasos 200 metros del Centro de la capital rochense, en el medio de casas y comercios.

No son módulos como otras cárceles, sino «barracones» (de 5×10 metros) con puertas de hierro donde los presos arman «carpas» con frazadas para separar las camas.

También el presidente José Mujica se refirió al hecho al catalogarlo como «una tragedia».

 

Presos denuncian

En tanto, un recluso del establecimiento con el que LA REPUBLICA tomó contacto durante la pasada jornada hizo llegar un video filmado con un celular desde otro módulo, donde podía apreciarse lo crítico de la situación que se vivió. Gritos de los reclusos del otro módulo que veían las llamas y no sabían bien qué pasaba pero sí claramente se escuchan los gritos al llavero en reiteradas oportunidades. «Ten huevos y abre», «dale, loco, abrí que se queman», eran las frases que reiteraban en gritos desesperados desde su celda.

Las llamas asomaban al fondo de un pasillo y era lo único que se veía. El recluso que aportó el material dijo además que «a las ocho personas (que no murieron y estaban en el lugar siniestrado) las salvó el llavero», refiriéndose a la actitud del guardia que tenía la llave, que finalmente abrió la puerta a golpes con una maceta.

Según dice el recluso, «no había recibido la orden superior» para abrir la puerta de manera inmediata. No obstante, este testimonio asume que «parte de responsabilidad habrían tenido por haber dejado un calentador encendido».

Uno de los sobrevivientes contó a un familiar directo que todo había pasado muy rápido. Dijo que estaban durmiendo y se despertaron por el humo, que ya no los dejaba respirar. En cuestión de una fracción de tiempo aparecieron las llamas.

Con relación a los reclusos, hay que destacar que durante la pasada jornada el 60% del total de los presos de Rocha, que se encuentran alojados en el mismo predio, efectuó una huelga de hambre en protesta por el hecho.

Otra muestra de rechazo a lo sucedido fue los expuesto por el gremio policial. El sindicato de los uniformados exigió a las autoridades ministeriales la remoción de la plana mayor de Jefatura de Policía de Rocha, ante lo que calificó de «inoperancia» en el hecho.

 

Los fallecidos

José María Pereyra, Raúl Alfredo Gómez, Delio Alegre, Matías Barrios Sosa, Mario Fernando Martínez, Edinson Javier Núñez, Ariel Fernando Cardoso, Jorge Luis Roda, Antonio Joaquín Cardozo, Julio César da Silva, Luis Alfredo Bustelo López y Alejandro Adolfo Rodríguez.

 

Los heridos

Alberto Rodas, Paulo Costa, Henry Laluz, Luis Acosta, Pablo Chápore, Adolfo Mederos, Ruben Damestoy y Fernando Rodríguez. Los tres últimos están en situación crítica en el Cenaque.

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