Tres menores con, chalecos antibalas y pistolas, concretaron sangriento asalto

Actuando con suma agresividad, los asaltantes dominaron a unas treinta personas, entre empleados y clientes y las obligaron a tirarse boca abajo en el piso.

Ansiosos por obtener el botín, atacaron feroz y brutalmente a tres de los trabajadores, entre ellos el padre de la dueña del establecimiento, con las culatas de sus armas, ocasionándoles severos traumatismo con heridas cortantes en el cuero cabelludo, por lo que debieron recibir asistencia médica.

Cuando el atraco estaba en pleno proceso, varias unidades de la Policía arribaron al lugar, en virtud de que un testigo pudo alertar telefónicamente al 911 de lo que estaba sucediendo.

Los efectivos actuantes, de la Seccional 16ª del Cuerpo de Radio Patrulla, de la División Homicidios y de la Brigada de Asaltos, en una prolija pero firme y decidida intervención, lograron impedir que los tres delincuentes pudieran escapar.

Momentos de suma tensión se continuaron viviendo, dado que los delincuentes permanecían dentro del establecimiento con numerosos rehenes.

Finalmente y viendo que la fuga les era imposible, desistieron de su actitud, dejaron caer las armas que empuñaban y se entregaron.

Los arrestos fueron más que de inmediato. Una vez que los individuos fueron esposados y alojados en móviles policiales, se prestó asistencia a las tres personas lesionadas en la salvaje agresión.

 

Conducta salvaje

Los tres peligrosos atracadores, fueron llevados a la jefatura capitalina, más precisamente a la División Homicidios, cuyos efectivos ahora tienen la misión de determinar a ciencia cierta sus identidades, para determinar las edades reales, si se encuentran fugados de alguna dependencia del INAU y además si son autores de más acciones delictivas.

Los agentes tratarán además de establecer el origen de las potentes armas que empuñaban, pues se está hablando de armas de guerra y la procedencia de los chalecos antibalas.

Algunas versiones estarían indicando que fueron robados a funcionarios policiales, al igual que las armas, punto que aún no fue confirmado.

El impactante episodio comenzó a gestarse a la hora 10.20 de ayer, cuando frente al supermercado «Betina», ubicado sobre la avenida José Belloni 3358 y Sainz Rosas, se detuvieron dos motocicletas, de las que descendieron tres individuos, en tanto que un cuarto permaneció en el exterior.

Una vez que estuvieron en el interior del local, llevando puestos los chalecos antibalas, sacaron a relucir las poderosas armas de fuego y a la viva voz de «tírense al piso, tírense al piso, esto es un asalto», dominaron a unas treinta personas, entre hombres, mujeres con hijos pequeños, adolescentes y empleados.

Cuando tuvieron la situación controlada, atacaron a dos empleados para exigir que se arrastraran hacia la parte trasera del inmueble.

Luego, castigaron de la misma manera, es decir, golpeando en la cabeza a otro empleado, para que les entregara la llave de la caja fuerte.

 

«Somos menores y no nos importa nada»

Como este no la tenía, se tornaron aún más agresivos. Antes de que pudieran continuar con la salvaje conducta, se escucharon las sirenas de los móviles policiales.

Fue entonces que decidieron emprender la fuga, hecho que no pudieron por la parte trasera ya que no existe salida.

Optaron por tomar por el cuello a un joven, apoyarle el cañón de una pistola en la cabeza e intentar, con el rehén, escapar.

A esa altura, los efectivos ya tenían rodeado el lugar. Se escuchó entonces en varias oportunidades: «Somos menores y no nos importa nada».

Minutos después, optaron por arrojar las armas y entregarse a las autoridades. Fueron incautados dos chalecos antibalas y tres pistolas calibres 9 mm, que habrían sido robadas a policías.

Los detenidos resultaron ser BR, de 14 años; LAA, de 17; y el restante aún no fue identificado.

Por su parte, el cuarto individuo, que es mayor de edad y que estaba en la moto, escapó, pero obviamente a esta altura ya se encuentra identificado.

Sin embargo, una de las motos que tripulaban fue incautada y de ella se estableció que se encontraba requerida por haber sido robada recientemente.

Ahora bien, como se dijo vienen siendo interrogados y sometidos a reconocimientos ya que serían autores de otros ilícitos. Los efectivos de la División Homicidios no descartan que sus domicilios sean inspeccionados con las órdenes de allanamiento correspondientes, para saber si esta banda tiene más elementos, tales como armas y otros efectos, producto de sus fechorías.

Sus situaciones ya fueron puestas en conocimiento de la Justicia competente.