La muerte de Tatiana Goldoni

MARIANA RABINOVICH, SAN JOSE

 

San José no quería admitir que una de sus hijas más destacadas y una de las más apreciadas había muerto.

Tatiana Goldoni era profesora de educación física como sus padres y desde muy jovencita se distinguía por la entereza de su carácter, una gran capacidad de superar sus propios límites con base en mucha voluntad y una relación con todos marcada por su facilidad para hacerse querer. Porque esta extraordinaria deportista compartía, con humildad y alegría, las cosas de su pueblo.

Desde el 19 de febrero participaba con su grupo «Dark Dog Uruguay» en el Desafío de los Volcanes, dura prueba de supervivencia que se disputaba en Chile y Argentina.

Este año eran dos grupos uruguayos en esta competencia, pero en anteriores oportunidades su grupo había sido el único participante nacional en competencias internacionales.

La muerte llegó en forma súbita, luego de un día de gran exigencia en la competencia.

Poco después del infortunado deceso, los más de sesenta grupos participantes del Desafío decidieron interrumpir la actividad que estaba previsto se extendería hasta el 24 de febrero.

Pocas horas antes su equipo había logrado quedar en segundo puesto y venía peleando el primer lugar con buenas posibilidades. Ese logro Tatiana lo había comunicado con mucha alegría a su familia.

Tenía sólo 25 años pero muchos competencias en su historia deportiva.

Junto a su equipo, comandado por Ruben Manudré y su compañero de varios desafíos, Néstor Parra, participó el año pasado de varios eventos. Aventuras con repercusión nacional e internacional: el Desafío de los Volcanes 2001; Ema Brasil 2001, Eco-Peugeot Bariloche, la Eco Challenge disputada en Nueva Zelanda, Marruecos 2000, Patagonia 1999, ELF 800 km y Brasil 2000 entre otras competencias.

Era una mujer en un equipo de cuatro atletas que hace más de tres años viene disputando una serie de competencias de riesgo. Y no sin gran esfuerzo, año a año, se conseguían los recursos para poder participar con «Team Uruguay» en la competencia deportiva más exigente del mundo: la Eco-Challenge.

Hoy todo queda atrás y San José la despide con inmensa tristeza. *