Más víctimas de la lucha contra la aftosa

Mataron 18 mil pollitos en avícola de Artigas

Artigas – Esta es la tercera vez, en poco más de una semana, que se debieron matar pollitos bebés, debido a que el Ministerio de Ganadería no le autoriza a sacarlos del departamento para enviarlos hacia el sur del país para su engorde.

La avícola Tamanduá ya mató 54.000 pollitos desde que el Ministerio le prohibió sacar los pollos del departamento «sin una justificación clara», ya que hasta el pasado 27 de octubre, cuando ya se había detectado la aftosa y se aplicaba el rifle sanitario, Sanidad Animal autorizó sin problemas la salida de las aves.

Lencina recordó que los pollos no son vectores de la aftosa y la prueba está en que incluso en la zona donde apareció el foco «no se sacrificaron las gallinas».

Su técnico veterinario explicó además que la posibilidad de que los pollitos trasmitan la enfermedad es la misma que puede tener un ser humano, pero se debe tener en cuenta que existen una serie de normas de seguridad en la avícola y que además la misma está ubicada a unos 15 kilómteros de donde se detectó la aftosa. «Si se prohiben salir a los pollitos de acá, tendría que prohibirse la salida de personas de todo el departamento», ejemplificó Lencina.

El empresario explicó que a él se le hizo una denuncia pública que a él no le llegó porque ni siquiera el Ministerio le hizo llegar nada y que esto lo hace «gente que no da la cara como nosotros» y que se trata de «una denuncia de nuestros competidores». «Yo le digo a los pobladores de Montevideo que si a fin de año esto sigue así, va a escasear el pollo y va a determinar un aumento de precios», aseveró.

«No hay ninguna fundamentación técnica para esto, es una persecución política» porque al mismo tiempo que le han trancado la salida de los pollitos «me cayó una inspección de la Dirección General Impositiva solo a mi empresa».

La Avícola Tamanduá comenzó su actividad hace algunos años y durante un buen tiempo producía los pollos en todo su ciclo, comercializándolos en el sur del país, pero en enero de 1999, un fuerte tornado destruyó sus galpones y demás infraestructura y decidió trasladarse hacia otro lugar, donde produce pollitos bebé que son engordados en Canelones, para luego ser comercializados.

La denuncia pública a la que hace referencia fue difundida por el matutino «El Observador», pero no le llegó ninguna notificación, al respecto. La misma hacía referencia al supuesto contrabando de raciones.

Al respecto Lencina explicó que ellos producen su propia ración y que permanentemente ha sido fiscalizado ya que ha recibido varias denuncias anteriores, de sus competidores, pero todas se desestimaron porque «nosotros hacemos todo con claridad».

El diputado blanco por nuestro departamento, Julio Silveira, se preocupó por el tema y está haciendo gestiones al respecto.

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