Aznar designa a su sucesor

El principal rival de Rajoy en las elecciones de 2004 será José Luis Rodríguez Zapatero, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Aznar, quien prometió antes de llegar a la presidencia, en 1996, que no permanecería en ella más de dos legislaturas, presentará la postulación de su virtual número dos el lunes a la Comisión Ejecutiva Nacional del PP, y el martes la Junta Directiva Nacional del partido aprobará la propuesta.

El candidato socialista Rodríguez Zapatero eludió opinar sobre la postulación hasta que el nombramiento sea oficial, pero igualmente consideró: «supongo que Rajoy está contento. El PSOE también lo está».

Dirigentes del PSOE como José Bono, a quienes la noticia les sorprendió reunidos en su Consejo Territorial en Cantabria, criticaron el sistema de elección de Rajoy: «es bastante llamativo que Aznar ponga un dedo sobre su sucesor».

El líder de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, evaluó que «Rajoy era el candidato previsible del PP porque es dócil, continuista con la política conservadora de los últimos años de Aznar, y anodino».

«Permite a Aznar continuar gobernando y presidiendo el partido entre bambalinas y controlando el proceso», añadió.

Para el vocero del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Iñaki Anasagasti, «aunque no sea el que más adhesiones provoca, Rajoy es el que menos rechazo suscita dentro del PP».

En cuanto al tema vasco, según Anasagasti «Rajoy piensa exactamente igual que Aznar, aunque es menos dogmático, sobre todo en las formas».

Anasagasti también criticó la forma de la elección «a dedo, como en el PRI mexicano. Esto en un partido democrático llama mucho la atención».

Rajoy, gallego, nacido en Santiago de Compostela en 1955, casado y con un hijo, es un hombre de la máxima confianza de Aznar, con quien ha sido cinco veces ministro desde 1996.

Actualmente desempeña los cargos de vicepresidente primero, ministro de la Presidencia y portavoz del ejecutivo.

Licenciado en Derecho y registrador de la propiedad, comenzó su carrera política en el PP de Galicia hasta llegar al gobierno autónomo, la Xunta de Galicia, presidida por el ex ministro franquista Manuel Fraga, donde llegó a ser vicepresidente.

Aznar le nombró en su primer gabinete, en 1996, ministro de Administraciones Públicas, y en enero de 1999 ocupó durante un año la cartera de Educación y Cultura.

El jefe del Gobierno confió en él para dirigir la campaña electoral de 2000, y tras la victoria del PP frente al PSOE, Aznar lo ascendió a vicepresidente primero y en febrero de 2001 lo puso al frente de una de las carteras más conflictivas, la de Interior, encargada de la lucha antiterrorista.

Hasta julio de 2002, Rajoy ejecutó varias resonantes operaciones contra el grupo armado separatista vasco ETA.

El año pasado Aznar le volvió a encomendar una tarea complicada: la de portavoz oficial sobre el hundimiento del petrolero Prestige y la marea negra que provocó en las costas gallegas.

Además, como vocero del partido, le tocó ser la imagen del gobierno español en su alineación acrítica con Estados Unidos en la guerra de invasión contra Irak.

Rajoy se perfilaba como uno de los principales candidatos a la sucesión junto con el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato; el ex ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

Ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Rajoy respondió en tono enigmático al ser preguntado por sus opciones a suceder a Aznar en el cargo: «Me veo con las mismas posibilidades que otros muchos militantes del PP». *