El indulto de Mireya Moscoso a los architerroristas

Los cuatro architerroristas, culpables del intento de asesinato de Fidel Castro y de múltiples crímenes, fueron indultados por la presidenta panameña Mireya Moscoso y viajaron en avión norteamericano a Miami donde fueron recibidos en triunfo por la mafia anticubana. Fue una maniobra ejecutada en contubernio entre la presidenta (a pocas horas de terminar su mandato tras la aplastante derrota electoral de su partido), el gobierno norteamericano a través de Colin Powell y la mafia miamense. Los que pretenden posar de adalides de la lucha antiterrorista mundial son los engendradores y protectores de la peor calaña de terroristas, que van a continuar su carrera criminal.

 

El infame contubernio

Se cumplió lo denunciado con antelación por el gobierno cubano, que rompió relaciones con Panamá señalando que «la presidenta de Panamá, cómplice y protectora del terrorismo, cargará con la responsabilidad histórica de esta acción repugnante y traicionera».

Luis Posada Carriles, Gaspar Jiménez Escobedo, Pedro Remón Rodríguez y Guillermo Novo Sampoll fueron atrapados con las manos en la masa por la seguridad cubana en un intento de asesinar a Fidel Castro cuando iba a hablar en la Universidad de Panamá en el curso de la X Cumbre Iberoamericana de noviembre 2000. La cuarteta terrorista (todos nacidos en Cuba y con ciudadanía estadounidense) tenía en sus manos en arsenal de armamentos y explosivos, incluyendo 70 libras del explosivo C-4, que podrían haber provocado la muerte de cientos de participantes en el acto. Fueron apresados, enjuiciados y condenados el 20 de abril de este año a 7 y 8 años de prisión.

El secretario de Estado Colin Powell se entrevistó con la presidenta en ocasión del centenario de la República y le solicitó la liberación de los 4 enjuiciados después que concluyera el juicio (que está en fase de apelación). Lo mismo exigía la mafia de Miami, con la cual se mantuvo en comunicación permanente la señora Ruby Moscoso, hermana de la presidenta. Esta última alegó ahora que los cuatro condenados podrían ser extraditados a Venezuela o Cuba, «donde estoy segura serían matados». Con un argumento de esta calaña justificó el indulto. Tampoco se detuvo ante la flagrante ilegalidad del mismo, que no puede ser decretado mientras el proceso está en curso.

Los estudiantes de la Universidad de Panamá salieron a la calle y cerraron la vía Transístmica en protesta. El gobernador de la provincia de Colón, Gaspar Salama, renunció porque «sentía vergüenza». El canciller designado Samuel Lewis Navarro calificó de «lamentable» la decisión y anunció que una de las primeras medidas de Martín Torrijos, apenas asuma la presidencia el 1º de setiembre, será restablecer las relaciones con Cuba.

Posada Carriles es el único de la banda que no llegó a Miami, sino que voló a un país centroamericano. Nacido en Cuba, ex integrante de la policía secreta de Batista, luego instructor de la CIA, autor de decenas de atentados (muchos de ellos en conexión con Orlando Bosch, también de origen cubano, que se benefició de la protección de Bush padre y sigue operando en Miami), fue posteriormente funcionario de los servicios de inteligencia venezolanos, la Disip. Una suerte de agente doble. Adquirió notoriedad como organizador del atentado contra el aparato de Cubana de Aviación en vuelo CU-455 del aeropuerto de Barbados a Jamaica y La Habana, el 6 de octubre de 1976, que segó 73 vidas. Fueron detenidos, enjuiciados y encarcelados en Caracas los cuatro ejecutantes: Posadas Carriles y Orlando Bosch, así como los fotógrafos Freddy Lugo y Hernán Ricardo Lozano. Todos los detalles figuran en el libro de la periodista venezolana Alicia Herrera, «Pusimos la bomba, ¿y qué?». Un modelo de periodismo de investigación.

Posada Carriles logró salir de la cárcel por presión del gobierno de EEUU y de la CIA, en complicidad con el presidente copeyano Luis Herrera Campins. Reaparece en El Salvador operando con la contra nicaragüense. Después su actividad se traslada a Cuba. Es el organizador de los atentados con bombas en los hoteles de La Habana, como el que causó la muerte de un turista italiano en 1997. De estos crímenes se vanaglorió en reportaje del New York Times el 12 de julio de 1998, alegando que habían contribuido a reducir el turismo en Cuba.

 

Fuerzas militares en el Canal

Estos hechos no vienen solos. EEUU está planteando la creación de una fuerza multinacional para la defensa del Canal de Panamá, que vuelva a colocarlo en manos del ejército norteamericano y del Comando Sur. También se denuncia la reciente celebración secreta de maniobras aéro-navales (Panamax 2004) en la región, con participación de fuerzas de EEUU y otros países. Volveremos sobre el tema. *