El ex jefe del gabinete del izquierdista PT

Corrupción: José Dirceu perdió todo su poder en Brasil

La Cámara aprobó el miércoles la destitución de Dirceu por 293 votos a favor y 193 en contra.

Esa medida le impedirá presentarse a cualquier contienda electoral hasta 2016. Dirceu, de 59 años, ya había dicho que eso no supondría el fin de su carrera política, y que estaba dispuesto a volver a pelear desde el llano. Y volvió a reiterarlo el miércoles en su defensa: «continuaré en la vida política del país; no me doblegaré», afirmó.

Desde la época de su militancia estudiantil, Dirceu adoptó reglas de disciplina, paciencia y sangre fría. Eso volvió a quedar en evidencia el martes, cuando permaneció impávido después de recibir dos bastonazos que la asestó un hombre de 67 años en el Congreso, y achacó la agresión al clima de «hostilidad» que generó la oposición en su contra.

«Mi generación y yo nos hemos preparado durante todas nuestras vidas para asumir el poder. No vamos a malograr esta oportunidad», dijo Dirceu en un almuerzo con editores de prensa en setiembre de 2001, un año antes de la elección que llevó al poder a Lula.

Lula, ex dirigente sindical y fundador del Partido de los Trabajadores (PT), ya había perdido tres elecciones. Fue «el comisario Dirceu» -como lo llaman sus adversarios y las víctimas de sus purgas- quien como presidente del PT, de 1995 a 2002, llevó al partido hacia el centro, logrando así disipar el recelo de las clases medias y de los ámbitos empresariales.

Lula lo nombró ministro de la Casa Civil (jefe de gabinete) al instalarse en el Palacio de Planalto en enero de 2003, y le confió el control de todos los programas estratégicos del gobierno, desde obras de infraestructura al combate a la corrupción y a la pobreza.

Su ocaso empezó apenas un año después, con la divulgación de un video que muestra a su asesor Waldomiro Diniz pidiendo coimas a un jefe del juego clandestino de Rio de Janeiro, con el supuesto fin de financiar campañas de candidatos del PT y otros partidos en 2002.

Dirceu consiguió salir a flote, pero ya nada sería igual: el PT había perdido en octubre de 2004 las municipales de Sao Paulo, la principal del país; y de Porto Alegre, su bastión tradicional, en tanto que los trabajos del Congreso estaban paralizados por la desorganización de la base aliada.

Y su recuperación fue de hecho pasajera, dado que el otrora todopoderoso ministro acabó por renunciar en junio, dos días después de que el presidente del Partido Trabalhista Brasileño (PTB), Roberto Jefferson, un importante aliado del gobierno, acusó al PT de haber pagado sobornos mensuales a partidos de la coalición oficialista.

Jefferson afirmó posteriormente que Dirceu era el cabecilla del esquema. Pero el ex ministro proclama su inocencia, en tanto que el propio Lula asegura tener la convicción de que esos sobornos mensuales nunca existieron.

Dirceu nació en el estado de Minas Gerais el 16 de marzo de 1946, y se inició en la vida política en Sao Paulo luego del golpe militar de 1964 contra Joao Goulart.

En 1968 resultó detenido durante un Congreso de estudiantes. Al año siguiente fue canjeado junto a otros presos por el embajador estadounidense Charles Elbrick, que había sido secuestrado.

Los dirigentes liberados viajaron a Cuba, donde Dirceu permaneció por varios años y recibió entrenamiento militar de guerra de guerrillas, aunque asegura que nunca llegó a participar en una acción armada. Retornó clandestinamente a Brasil en 1975 con un nombre falso y un rostro modificado por una cirugía estética. Se instaló en el sureño estado de Paraná y se casó con una joven de la región que desconocía su verdadera identidad. Su esposa descubrió años después que «Carlos», con quien poseía una tienda de ropa masculina, era en verdad un ex preso político. Para ese entonces la pareja ya tenía un hijo de un año. *

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