"Más vale ser fascista que marica", le increpó recientemente Alessandra Mussolini, nieta del Duce

Luxuria, travesti comunista, candidato a diputado en Italia

 

La decisión de presentarlo en primera línea de las listas del Partido Refundación Comunista (PRC) de Roma desata pasiones en un país fuertemente conservador y machista.

El actor, ícono del movimiento gay italiano, que nació hombre pero se siente y vive como una mujer, se ha dejado convencer, a los 40 años, por el líder del PRC, Fausto Bertinotti, para representar a su partido en las elecciones de abril y tiene muchísimas probabilidades de ser elegido diputado.

Vladimir Luxuria se declara «transgénero y no transexual», porque no se ha operado.

Por esa particular condición recibe diariamente todo tipo de insultos y bromas pesadas sobre su ambigüedad sexual, en particular por parte de militantes de la derecha conservadora y populista.

«Soy consciente de ser ‘algo’ nuevo en el paisaje político. Sabía que iba a despertar la perplejidad de mis compañeros. Sin embargo jamás pensé recibir tantos insultos personales», confesó Guadagno, vestido con un traje de chaqueta negro, peinado y maquillado a imagen y semejanza de una verdadera mujer.

«Más vale ser fascista que marica», le increpó recientemente Alessandra Mussolini, nieta del Duce, durante un programa televisivo.

El ex ministro de Reformas, Roberto Calderoli, dirigente del partido populista y xenófobo Liga Norte, también ironizó sobre su condición, al proponer «servicios de tercer tipo» en el Parlamento.

Su propia coalición de centro-izquierda no se queda atrás. Clemente Mastella, líder del pequeño partido católico Udeur, lo calificó de «Cicciolina ridícula», haciendo alusión a la estrella del cine porno, Illona Stalher, elegida en el Parlamento italiano en 1988 bajo la bandera del Partido Radical. «Mis adversarios creían que me paseaba como un ‘drag queen’ con plumas, pelucas y excesivo maquillaje. Pero como no es el caso, no saben muy bien cómo actuar», subrayó. «He desarrollado anticuerpos frente a los insultos durante años. Soy diferente desde siempre y afronto con valor la opinión que tienen los demás sobre mi persona. Prefiero contestarles con serenidad, mirándoles fijamente a los ojos y con una sonrisa, en vez de caer en su juego», comentó el futuro diputado.

«Tengo ganas de cambiar muchas cosas, para empezar todo lo que ha hecho la derecha en estos últimos años. Quiero ayudar a construir una sociedad multicultural, multirreligiosa, multisexual e imponer como valor y oportunidad, la diversidad», afirmó.

«No seré el representante de una sola comunidad homosexual: la gente con la que me encuentro por la calle y que me apoya, son también mujeres, padres de familia y jubilados», recalcó Guadagno en su residencia, situada en un barrio popular. *

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