Kichwas: "La colonización fue un genocidio indígena"

En la nota los Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Continente de Abya Yala (América) rechazan las declaraciones emitidas por Benedicto XVI en Brasil, que «coinciden con la línea política de la Casa Blanca», afirman.

Los comentarios del Papa, referidos a nuestra espiritualidad ancestral, y en contra de las políticas impulsadas por algunos presidentes latinoamericanos, se alejan de la realidad, dice la declaración.

Los pueblos de Abya Yala condenaron la posición de Benedicto XVI, pues sus pronunciamientos se registran cuando la vida del planeta está amenazada de muerte, y no son responsables de ello los mandatarios que el Papa cita en sus alocuciones.

Son culpable precisamente dignatarios como el estadounidense, George W. Bush, quien enarbola la bandera del voraz sistema capitalista neoliberal, señala.

Es inconcebible, por ello, que para alguien que se precia de ser el representante de Cristo en esta Tierra, sean los mandatario de corte humanista los que le causen preocupación, indica el comunicado.

Las nacionalidades y pueblos indígenas de Abya Yala recuerdan al Sumo Pontífice que los representantes de la Iglesia católica fueron durante la invasión colonial española cómplices, encubridores de uno de los genocidios más horrorosos que la humanidad haya podido presenciar.

Más de 70 millones de muertos en campos de concentración de minas, mitas y obrajes; naciones y pueblos enteros fueron arrasados, basta ver el caso de Cuba, y para sustituir a los muertos trajeron a los pueblos negros, destaca el documento.

Bajo la venia del evangelio, denuncia, se usurparon las riquezas de nuestros territorios para salvar económicamente a su sistema feudal; las mujeres fueron cobardemente violadas y miles de niños murieron por desnutrición y enfermedades desconocidas.

En su primer viaje a América Latina, Benedicto XVI declaró en Sao Paulo, Brasil, que el Evangelio cristiano «no fue una imposición de una cultura extraña» para las culturas precolombinas, que gracias a la evangelización conocieron al «Dios desconocido que sus antepasados». Para el Papa, «Cristo era el Salvador que (los indígenas) anhelaban silenciosamente».

El Papa criticó además el resurgimiento de las religiones precolombinas, considerándolo «un retroceso».

Benedicto XVI también se mostró preocupado por el surgimiento en la región de «formas de gobierno autoritarias o sujetas a ideologías que se creían superadas». *