En Teherán la Policía se despliega para proteger la moral femenina

«Estimada, tenemos un problema con su túnica. Por favor no vista este tipo de túnica. De ahora en adelante vista una más larga», le dice una oficial de Policía graduada en la academia de Teherán a una pasante.

Algunas de las reprendidas pueden irse sin problemas, aunque otras son conducidas a minibuses con vidrios polarizados denominados «patrullas de orientación».

Una mujer ataviada con una túnica blanca corta, cuyos cabellos sobresalían de su velo islámico, es llevada por la Policía a uno de los minibuses en la Plaza Vanek, en el centro de Teherán, un final inesperado y triste para su tour de compras.

Otra de las arrestadas ya está dentro del vehículo y empieza a llorar. «¡Prometo, prometo!», proclama. Y la puerta se cierra de golpe.

La Policía de Teherán dice que están llevando a cabo, con particular intensidad desde el lunes, un proceso de tres etapas para implementar las nuevas directrices.

Primero, las mujeres reciben una advertencia en la calle. Si el problema no es resuelto, las acusadas son llevadas a la comisaría para recibir «orientación» y firmar una promesa para no repetir la ofensa.

De no tener éxito, el siguiente paso es llevar el caso ante la magistratura.

Las mujeres ingresadas al minibús son llevadas a un «centro para combatir el vicio».

Sus padres reciben luego un llamado telefónico y deben llevar una túnica más larga y un velo islámico para sus hijas. Si las imputadas firman la promesa de buena conducta, son liberadas.

«Queremos que nuestras palabras tengan un efecto sobre la gente», dice una oficial de Policía iraní, quien no está autorizada a dar su nombre, antes de participar en una redada.

«Nuestro método se desarrolla a través de la orientación y las palabras», agrega la oficial, la que asegura que la represión física no está contemplada.

«En el peor de los casos tomamos su mano y la ‘guiamos’ al minibús», asegura.

La primera fase de la implementación del «plan para incrementar la seguridad en la sociedad», lanzada en abril, causó una gran controversia en Irán.

Sectores conservadores saludaron la iniciativa, pero los moderados plantearon públicamente que en lugar de combatir contra vestimentas inapropiadas las autoridades iraníes deberían luchar contra la pobreza y la criminalidad.