Un diario británico denuncia el tráfico y la explotación de bebés, que son vendidos por sus padres

Venden niños africanos en el Reino Unido

Niños africanos son vendidos y «traficados» al Reino Unido para ser explotados como esclavos, publicó el periódico británico The Sunday Telegraph.

Los infantes, algunos de ellos bebés, son vendidos por sus padres a bandas criminales y traficantes de personas, según una investigación realizada por el rotativo.

De acuerdo con el Telegraph, a un reportero encubierto le fueron ofrecidos en venta varios niños por sus padres en Nigeria: dos niños de tres y cinco años de edad respectivamente por cinco mil libras, o uno por dos mil 500, y un bebé de 10 meses por dos mil libras.

Niñas adolescentes, algunas aún embarazadas, estaban dispuestas a vender a sus bebés por menos de mil libras. El periódico señaló que un traficante internacional contactado en Lagos, Nigeria, dijo que compra hasta 500 niños al año.

El periódico expuso que padres africanos pobres son engañados por las promesas de los traficantes de «una mejor vida» para sus hijos en ciudades ubicadas a miles de kilómetros de distancia, incluyendo Londres, Birmingham y Manchester.

Los niños son luego revendidos a un elevado precio como «ayudantes domésticos» a familias africanas en el Reino Unido, pero también en otros países europeos y en Norteamérica.

Los traficantes usan una red de funcionarios corruptos y otros traficantes para obtener pasaportes y visas, a menudo dando nuevos nombres a los niños. Muchas de las víctimas son trasladadas por aire directamente desde Lagos a los aeropuertos británicos.

Otras son trasladadas a través de otras naciones de Africa occidental como Ghana y Benín hacia ciudades de «tránsito», como París. Un creciente número de infantes esclavos africanos llegan al Reino Unido sin compañía como solicitantes de asilo, o custodiados por «padres adoptivos privados».

Una vez en el Reino Unido, los niños son usados como medio fraudulento para obtener viviendas y otras prestaciones de beneficencia por miles de millones de libras al año.

Desde la edad de siete años, en vez de ser enviados a la escuela son explotados como esclavos domésticos, obligados a trabajar hasta 18 horas al día, aseando, cocinando y cuidando niños más jóvenes, o en restaurantes y tiendas.

Algunos son sometidos a abusos físicos y sexuales, mientras que otros son incluso acusados de ser brujos y se convierten en víctimas de ritos de exorcismo en iglesias africanas «tradicionales» en el Reino Unido.

Activistas contra el tráfico de personas demandaron anoche al gobierno y a la policía tomar «acciones urgentes» para poner fin a esta «esclavitud infantil del siglo XXI», indicó el periódico.

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