ANALISIS INTERNACIONAL

TODO ES POSIBLE EN EEUU

El «sueño americano», cuando muchos lo daban por muerto, revive con el senador negro por Illinois, que cumplió 47 años en agosto, y que será el presidente más joven desde que John F. Kennedy juró el cargo en 1961 con 43 años.

El propio Obama se define como un producto del «sueño americano». Y su pasado más allá de la política así lo indica. Su padre, un emigrante keniano, y su madre, nacida en Kansas, se conocieron en la Universidad de Hawai. Allí se casaron y Barack nació el 4 de agosto de 1961, pero se separaron tan sólo dos años después. Su padre regresó a Kenia y Obama sólo lo volvió a ver una vez antes de su muerte en un accidente de tránsito. Su madre se volvió a casar y se trasladó a Indonesia en 1967, donde Obama vivió cuatro años. Después llegaron pasos por Hawai y Los Ángeles, la licenciatura en Ciencias Políticas en Columbia, el trabajo comunitario en Chicago, la licenciatura en Derecho en Harvard y el establecimiento definitivo en Chicago. Allí había conocido en 1989 a Michelle Robinson, con la que se casó en 1992. Fruto de la relación nació en 1998 Maila Ann, a la que se sumó en 2001 Sasha.

Incluso su hasta hace pocas horas rival, el senador republicano por Arizona John McCain, llegó a decir de él que «es una voz de fortaleza y moderación, una historia de éxito estadounidense».

Ofreció cambios para ganar las elecciones y dijo que se podían llevar adelante. La agenda que le espera en el salón oval de la Casa Blanca es compleja y las expectativas son demasiado altas.

Obama prometió bajar los impuestos de 95% de los asalariados estadounidenses y gravar los ingresos que sobrepasen los 250.000 dólares anuales. Propuso una reducción fiscal anual de 500 dólares por asalariado y de 1.000 dólares por familia. También suprimiría los impuestos de las personas mayores cuyos ingresos no superen los 50.000 dólares. El candidato demócrata quiere sin embargo aumentar el impuesto sobre la renta de los capitales de 15% a 28%, y gravar los beneficios excepcionales acumulados por las compañías petroleras para acordar una rebaja en la factura energética de los contribuyentes. Piensa desbloquear 50.000 millones de dólares para grandes trabajos de infraestructura.

Está a favor de limitar la emisión de gas carbónico y a un mercado de los derechos a contaminar. Fija un objetivo de reducción de 80% de las emisiones de carbono antes de 2050. Desea invertir 150.000 millones de dólares en diez años en tecnologías de energía limpia. Obama es, tras haberse opuesto, favorable a las perforaciones limitadas en alta mar.

Promueve una reforma integral de inmigración no explotada por los políticos anteriores, que «dividieron a la nación en lugar de encontrar soluciones reales». Confía en que el primer paso para resolver el problema de la inmigración es reforzar la seguridad de las fronteras para disponer de un mayor control sobre quién ingresa al país y de qué forma.

Concibe a la educación como el vehículo de movilidad social y económica, que brinda esperanza y oportunidad a millones de jóvenes. Asimismo, busca garantizar que todos los estudiantes tengan una educación de calidad, «independientemente de la raza y la clase». Plantea que todo americano tiene derecho a recibir cuidados de salud asequibles y asume la obligación moral que eso lleva consigo.

Propuso también renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Canadá y México. Quiere asegurarse de que todos los tratados de libre comercio contienen garantías sobre las condiciones de trabajo y medioambiente. Quiere suprimir las exoneraciones fiscales a las empresas estadounidenses que se deslocalizan.

Obama promete poner fin al conflicto de Irak «de forma responsable» en 16 meses. Contrario a las bases permanentes, está dispuesto al envío puntual de tropas en caso de catástrofe o genocidio. Apuntando sus fuerzas y recursos a la guerra en Afganistán.

También es favorable a mantener un diálogo con Irán «solo y únicamente si esto puede hacer avanzar los intereses de Estados Unidos». Este diálogo debe comenzar primero en un nivel bajo. Está a favor de sanciones internacionales para empujar a Irán a la transparencia respecto a su programa nuclear.

Para Obama el compromiso de Estados Unidos con Israel es «no negociable». Es contrario a la política de colonización de los territorios palestinos. El senador está a favor de un Estado palestino, y preconiza el aislamiento de Hamas y Hezbolá mientras éstos no renuncien al terrorismo y reconozcan el derecho a existir de Israel.

«A aquellos que querrían derribar el mundo: los derrotaremos. A aquellos que buscan la paz y la seguridad: los apoyamos. Y a todos los que se preguntaban si el faro de los Estados Unidos aún luce tan brillante: una vez más, la verdadera fortaleza de nuestra nación no viene del poder de nuestras armas o del tamaño de nuestra riqueza, sino del poder duradero de nuestros ideales: democracia, libertad, oportunidad y una inflexible esperanza», dijo como líder de Estados Unidos.

Obama, que cautivó tanto por su inteligencia política como por su moderación, habló como el nuevo presidente de la principal potencia del mundo y prometió «un nuevo amanecer de liderazgo norteamericano».

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