Hebron: choques en una zona que está entre la santidad y la guerra

Lo vivido en Hebron la semana pasada fue visto con horror por el promedio de la ciudadanía israelí. Las imágenes de jóvenes israelíes opuestos a la salida de Hebron, chocando abiertamente con la policía ­sus hermanos y connacionales­ e insultándolos con la palabra «¡nazis!» porque «sacan a judíos de su tierra», fueron traumáticas.

También la «represalia» de los radicales por su evacuación, en ataques indiscriminados contra palestinos residentes en la zona y sus propiedades, fue condenada tanto por políticos de la izquierda como de la derecha en Israel.

A ojos de los judíos de Hebron, desalojarlos a ellos es mucho más grave que hacerlo en cualquier otra parte del territorio en disputa, Cisjordania (Judea y Samaria en términos bíblicos), zona en la que los palestinos quieren fundar su Estado independiente. «Este es un crimen contra el pueblo judío todo», nos dijo Noam Arnon, portavoz de la comunidad judía de Hebron.

Es que la ciudad es la más sagrada para el pueblo judío después de Jerusalén. Es en Hebron que se halla la Tumba (o Cueva) de los Patriarcas , sagrada para los judíos porque allí, según la tradición, están sepultados el patriarca Abraham , su esposa Sara, Isaac, Rebeca, Jacob y Lea. Simbólicamente, los musulmanes llaman a la tumba Mezquita Ibrahimia, por Abraham, al que también veneran .

Los choques en esta ciudad sagrada no comenzaron con el extremismo de un núcleo duro de los israelíes hoy residentes en el marco de la comunidad judía local. Ya en 1929, tras miles de años de presencia judía en la ciudad, fue cometida la masacre de Hebron, en la que 67 habitantes judíos de la ciudad fueron asesinados por sus propios vecinos árabes y otros casi 60 resultaron heridos. En Hebron fueron cometidos numerosos atentados por parte de extremistas palestinos, a los que dijo estar respondiendo, en febrero de 1994, el Dr. Baruj Goldshstein, cuando disparó a mansalva en la Tumba de los Patriarcas hacia musulmanes que oraban en el lugar, matando a 29 de ellos.

A ojos de los palestinos, la única solución posible es que todos los aproximadamente 500 colonos residentes en esta ciudad de 170.000 árabes, sean evacuados. A ojos de los israelíes locales, la convivencia es posible sólo si los árabes respetan también los derechos judíos en el lugar.

Y cuanto más fuerte es la discusión en Hebron, más en claro queda que la enorme mayoría de los aproximadamente 350.000 habitantes de los asentamientos no está de acuerdo con la línea radical. Simplemente, no se hacen presentes en las protestas, que parecen enormes por televisión, pero representan sólo a una minoría.