Más de un millón de franceses en huelga contra Sarkozy
Según cifras oficiales, un cuarto de los casi 5 millones de funcionarios participaba en la huelga, convocada por todas las centrales sindicales para defender el empleo, el poder adquisitivo y los servicios públicos.
Es el primer acto de protesta social de tal envergadura desde la elección de Nicolas Sarkozy en mayo de 2007 y desde el estallido de la crisis económica mundial en septiembre pasado.
Además de la enseñanza, donde al menos la mitad de los profesores estaban en huelga, el paro afectó sobre todo al transporte público urbano, ferroviario o aéreo, pero sin alcanzar los niveles anunciados.
Es «un acontecimiento social de gran importancia» y no «una explosión de cólera pasajera, habrá consecuencias», estimó Bernard Thibault, líder de la CGT, principal organización sindical. Miles de personas desfilaron en unos 200 cortejos en toda Francia, en los que participaron numerosos trabajadores del sector privado, sobre todo en las regiones donde el tejido económico e industrial acusan de lleno los efectos de la crisis, como Toulouse (suroeste), donde se manifestaron entre 56.000 y 90.000 personas. En Rennes (oeste), uno de los polos de la movilización estudiantil el año pasado, había entre 20.000 y 35.000 manifestantes, en París (suroeste) la policía hablaba de 65.000 y la CGT contabilizó 300.000 entre las plazas de la Bastilla y de la Opera.
Según Bernard Thibault, las manifestaciones reunieron al menos «un millón de personas».
Para François Cherèque, secretario general de la CFDT, otra de las tres grandes centrales, se trata de una movilización entre «las más grandes» de los últimos veinte años.
Los trastornos provocados por el paro eran menores de lo previsto, y el gobierno, que se había mostrado apaciguador la víspera, parecía sortear el peligro de un país totalmente paralizado por la huelga.
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