Benedicto XVI. Habló de las guerras, el hambre, la corrupción y el abuso del poder en Camerún

Africa: el Papa cuestiona el uso de preservativos contra el sida

Benedicto XVI llegó poco antes de las 16 locales (15 GMT) a Yaundé, la primera etapa de un viaje de una semana que también lo llevará a Angola, y fue acogido por el presidente camerunés, Paul Biya.

El Papa pronunció un breve discurso en el que recordó los males que sufre Africa, «la violencia, la pobreza, el hambre, la corrupción y el abuso de poder», y declaró su deseo de aportar «esperanza».

Biya, por su parte, alabó «el interés» de Benedicto XVI por «quienes sufren la guerra, la miseria, la enfermedad o la opresión». «Su sola presencia da esperanza y confianza en el futuro», añadió.

Previamente, en el avión que lo llevaba desde Roma a la capital de Camerún, el Pontífice estimó que no se puede «solucionar el problema del sida», que es una devastadora pandemia para Africa, «con la distribución de preservativos».

«Al contrario, su uso agrava el problema», señaló.

El Vaticano se opone al uso de cualquier método anticonceptivo ­aparte de la abstinencia, temporal o total­ y en consecuencia condena el uso del preservativo, aunque sea con fines profilácticos.

En el Africa subsahariana está el 67% de los 33 millones de personas portadoras del virus en el planeta, incluyendo el 90% de los niños portadores.

El problema es particularmente grave en países como Botsuana, Suazilandia y Sudáfrica. Unos 5,5 millones de los 48 millones de sudafricanos son portadores del virus.

En su discurso en la capital camerunesa, Benedicto XVI ­cuya reciente decisión de levantarle la excomunión a un obispo que negó públicamente el Holocausto sigue causando malestar en el Vaticano­ aseguró «no sentirse solo» sino «rodeado de amigos».

A continuación se refirió a «los conflictos regionales» que azotan Africa, «el tráfico de seres humanos (…), una nueva forma de esclavitud», «la penuria de productos alimentarios», la «crisis financiera» y «los desórdenes del cambio climático» que afectan al continente «de forma desproporcionada». La Iglesia no viene a proponerle a los africanos «nuevas formas de opresión económica o política», añadió al precisar que tampoco quiere atizar «las rivalidades interétnicas o interreligiosas» sino ofrecer «la paz y la alegría del reino de Dios».

Benedicto XVI agregó tener «una opinión positiva» de la Iglesia africana, que es particularmente dinámica, porque está «cerca de los que sufren y necesitan ayuda» y «a veces es la única estructura que funciona».

Según estadísticas oficiales de la Iglesia Católica, la cantidad de fieles en Africa volvió a progresar en 3% en 2007 mientras permaneció estable en el resto del mundo.

Pero la Iglesia africana tiene que afrontar muchos problemas, como la pobreza, las relaciones a veces conflictivas con el islam -como en Sudán y Nigeria- y con el cristianismo pentecostalista, que seduce a la población más pobre con sus promesas de curación y prosperidad.

El Papa, que cumplirá 82 años el 16 de abril, dijo que quería que 2009 fuese «el año de Africa». Además de la visita en curso, Roma acogerá en setiembre una conferencia de obispos africanos y un sínodo africano en octubre.

En Yaundé, engalanada con fotos del Papa y banderas de Camerún y del Vaticano, Benedicto XVI estará hasta el viernes. Se trata de la tercera visita de un Papa a Camerún. Allí se reunirá con los representantes católicos de 52 Estados africanos para preparar el sínodo de octubre.

El jueves oficiará una misa al aire libre y se reunirá con representantes de la comunidad musulmán.

En Angola, país que se está recuperando de 27 años de guerra civil, Benedicto XVI oficiará el domingo una misa al aire libre.

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