El auto del presidente paraguayo es robado

Asunción, Reuters

 

Un automóvil adquirido por el gobierno paraguayo para el presidente Luis González Macchi, y denunciado como ilegal por un fiscal, fue posiblemente robado en un país vecino, dijeron el martes fuentes policiales y judiciales.

«Según los datos preliminares que hemos podido recabar, las características de ese auto corresponden a uno robado en un país vecino y, eso sí está plenamente confirmado, fue traído de contrabando al país», dijo a Reuters un alto funcionario policial que pidió no ser identificado.

El fiscal Alejandro Nissen, quien inició la investigación sobre el origen del vehículo, confirmó en una entrevista telefónica que «los indicios apuntan por ahí (hacia el robo) en un país de la región».

El funcionario, no obstante, se negó a comentar detalles sobre el presunto país de origen del vehículo «para no entorpecer la investigación».

Nissen desató el escándalo el lunes, tras constatar en la aduana asunceña que el polémico automóvil BMW 528i color gris plata, fabricado en 1999, fue introducido de contrabando, con documentos falsos.

Los papeles apócrifos fueron legalizados por la escribanía de gobierno en el momento que la presidencia decidió adquirirlo en 81.000 dólares.

«En este momento estamos preparando los oficios para que el gobierno nos entregue el rodado para un trabajo de peritaje en el número de motor y chasis», agregó Nissen. «Con posterioridad tendríamos datos concretos sobre el origen del vehículo».

El presidente de la Cámara de Diputados, Cándido Vera, dijo a periodistas que el escándalo «amerita por lo menos el intento de entablar un juicio político contra el presidente, no importa cuál sea el resultado final».

«De hecho ya hace tiempo que hay un sinnúmero de motivos para iniciar un juicio político», agregó Vera, del opositor Partido Liberal al igual que el vicepresidente de la República, Julio César Franco, eventual sucesor de González Macchi en caso de destitución o renuncia.

Consultado por periodistas sobre el tema, González Macchi calificó el caso como «una zoncera».

El caso del automóvil presidencial ilegal fue denunciado por medios de prensa locales el año pasado, pero las investigaciones fueron frenadas cuando el actual ministro de Hacienda, Francisco Oviedo, presentó documentos que supuestamente avalaban la legalidad de la adquisición.

Según el fiscal Nissen, un eventual juicio por contrabando podría incluir a la escribanía del gobierno, al ministro de Hacienda y a personal de aduanas.

Igualmente envolvería a un despachante de aduanas y a un vendedor de automóviles que agenció la venta del vehículo a la presidencia paraguaya. El fiscal dijo que el caso configuraría delitos como producción de documentos públicos de contenido falso, uso de documentos de contenido falso, estafa, lesión de confianza, exacción, evasión impositiva, contrabando y lavado de dinero.

Según analistas, el escándalo podría desatar otra crisis política en el inestable gobierno de González Macchi, quien asumió en marzo de 1999, cuando era jefe del Congreso, a raíz de la renuncia del ex presidente Raúl Cubas como corolario de otro escándalo.

Según la policía, más de 400.000 de los 600.000 vehículos existentes en el país son de origen espurio, y muchos provienen de robos cometidos en Argentina, Brasil y Uruguay, países que son socios de Paraguay en la unión aduanera Mercosur.

El gobierno de González Macchi está a mitad de una campaña de legalización del parque automotor que es considerada un fracaso por su escasa aceptación.

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