Colombia. Tras la elección del presidente Juan Manuel Santos

El Polo Democrático es oposición

El Polo Democrático Alternativo (PDA) de Colombia en reunión de su Comité Ejecutivo Nacional efectuada el 22 de junio en Bogotá ratificó por unanimidad su línea de oposición al gobierno del recién electo presidente Juan Manuel Santos y convocó a una sesión ampliada con sus parlamentarios y dirigentes nacionales para adoptar la estrategia social a seguir en el próximo período, que involucre al partido con los movimientos y redes sociales y populares. Las conclusiones a que arribó el órgano de dirección del PDA ameritan el siguiente resumen: El Polo ejercerá la oposición al gobierno de Juan Manuel Santos que, como éste lo ha reiterado, se comprometió a continuar la política de su antecesor, el presidente Alvaro Uribe, en particular su modelo económico neoliberal que ha conducido a incrementar la pobreza, el desempleo y la desigualdad social en Colombia. La propuesta de Unidad Nacional del nuevo gobierno busca camuflar, como si fueran de la nación entera, las políticas que han servido para favorecer los intereses de quienes detentan el poder. En convergencia con las fuerzas democráticas, los movimientos sociales, las organizaciones obreras, indígenas, de mujeres y estudiantiles, se enfrentarán las políticas continuistas anunciadas por el presidente electo. Como partido de oposición, el Polo exigirá al nuevo gobierno las garantías necesarias para ejercer sus actividades políticas y movilizaciones sociales, sin «chuzadas» (espionaje) ni acciones criminales como las ejercidas por el DAS (servicios de inteligencia al máximo nivel, dependientes directamente de la presidencia). El Polo considera necesaria una reforma electoral que con criterio pluralista, liquide el fraude y su nueva manipulación electrónica, así como una reforma relativa a los medios de comunicación masivos para garantizar el acceso en igualdad de condiciones a todas las corrientes ideológicas y políticas. La declaración reitera que el Comité Ejecutivo Nacional es el órgano estatutario encargado de elaborar y tramitar las orientaciones políticas del PDA. A renglón seguido establece que la misiva dirigida por su ex candidato presidencial Gustavo Petro al presidente electo reviste un carácter eminentemente personal y no fue consultada con los organismos de dirección del Polo. Acotamos que en esa carta personal el firmante solicitaba un diálogo con el gobierno entrante. En la última elección, con la candidatura de Petro, el PDA obtuvo una votación muy inferior a la recogida en los anteriores comicios en que fue postulado el Dr. Carlos Gaviria, al extremo de que no participó en el segundo turno, ya que ese lugar fue ocupado por el candidato del Partido Verde Antanas Mockus. Para esta segunda vuelta el Polo preconizó la abstención, que fue seguida por una porción ampliamente mayoritaria del electorado (véase la nota del 20 de junio, «Las elecciones colombianas»). En este período de transición han estallado una serie de hechos que demuestran a qué extremos de represión y antidemocracia conduce la continuidad del gobierno de Uribe (por más que éste se pavonee en la reunión del G-20 en Canadá).

Fue asesinado en Antioquia el dirigente sindical de los trabajadores de la educación Ibio Efrén Caicedo, que pasa a ser el 7º líder sindical de esa rama ultimada en ese departamento en lo que va del año. Colombia ostenta el triste privilegio de tener el mayor número de dirigentes sindicales asesinados, como fue comprobado por la OIT. Un paramilitar desmovilizado del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), John Jairo Hernández (a) Daniel Centella, reveló con lujo de detalles, en un juicio en Bogotá, la estrecha vinculación existente entre el comandante paramilitar David Hernández Toja con el coronel del ejército Hernán Mejía, jefe del Batallón La Popa de Valledupar, una prueba más de la conmixtión entre el ejército y las AUC, que se tradujo en miles de asesinatos de fuerzas de oposición y del movimiento popular que se enmascararon como producto de enfrentamientos con la guerrilla (los llamados de «falsos positivos»). Es impresionante el número de asesinatos que aparecen documentados.

En un fallo histórico, la Corte Interamericana de DDHH (CIDH) encontró responsable al estado colombiano (16 años después) por el asesinato el 9 de agosto de 1994 de Manuel Cepeda Vargas, dirigente político de la Unión Patriótica, senador y director del periódico Voz. Es uno de los cientos de asesinatos de dirigentes de la Unión Patriótica, incluidos dos de sus candidatos presidenciales, urdido por altos mandos militares y fuerzas paramilitares. El caso ha sido seguido de principio a fin por el hijo de la víctima, el diputado Iván Cepeda, activo militante por los DDHH. Es la continuidad de esta política lo que el Polo Democrático Alternativo se apresta a combatir.

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