El turista del espacio listo para partir desde Kazajstán

El «turista del espacio», el norteamericano Dennis Tito, declaró el miércoles en Baikonur (Kazajstán) que su vuelo espacial previsto este sábado será para él el inicio de una «nueva carrera» y que la NASA, que en principio se oponía a su viaje a la ISS, «estará finalmente muy satisfecha» con el mismo.

«Es verdaderamente difícil para mí comprender el por qué» de las objeciones de la NASA, dijo Tito en un encuentro con la prensa en la ciudad de Baikonur, cerca del cosmódromo desde el que partirá el sábado junto con dos cosmonautas rusos rumbo a la Estación Espacial Internacional.

«Creo que este vuelo será muy bueno para la NASA. La estación ISS necesita publicidad positiva. Creo que la NASA estará finalmente muy satisfecha de que yo haya realizado este vuelo», agregó.

«No se trata de vacaciones, sino de un sueño de toda mi vida. Empiezo verdaderamente una nueva carrera, pero puede decirse que es también una inversión», dijo el millonario norteamericano, de 60 años de edad y que pagó 20 millones de dólares a la Agencia Espacial rusa para realizar este viaje.

No obstante, Tito no piensa en una carrera de cosmonauta profesional, sino que desea «ofrecer a la gente la esperanza de volar en el espacio y gozar de la misma experiencia que él se dispone a vivir».

Tito confirmó que la NASA había «retirado sus objeciones» y le permitirá «un acceso limitado a la parte norteamericana» de la estación. Finalmente, declaró que participaría personalmente en la misión principal, es decir llevar a ISS la nave de auxilio Soyuz TM32. Su programa individual consistirá en tomar fotos del espacio con un equipo ultramoderno.

Interrogado sobre el idioma que utilizará durante el vuelo (la NASA había cuestionado su escaso conocimiento del ruso), Tito respondió que hablaría en inglés.

Dennis Tito es efectivamente el primer turista espacial, puesto que es el primer hombre que paga de su bolsillo para ofrecerse el placer de contemplar la Tierra desde el espacio, pero el suyo no es, en cambio, el primer vuelo espacial por el que se paga.

En efecto, en 1990, el periodista japonés Toyohiro Akiyama, jefe del servicio extranjero de la radio-televisión TBS, pasó seis días en la estación soviética MIR. Desde el espacio, aseguró diariamente 10 minutos de reportaje para la televisión y 40 minutos para la radio.

Para TBS se trató de una operación publicitaria, cuyo costo, mantenido en secreto, fue estimado por la prensa japonesa entre 10 y 18 millones de dólares.

En 1991, una británica de 27 años, Helen Sharman, participó en la misión Juno en la estación MIR. Su vuelo fue financiado por inversionistas privados británicos y por un banco soviético. Sharman fue seleccionada entre 13.000 personas que respondieron a un lacónico anuncio clasificado de empleo: «Astronauta, no se requiere experiencia».

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