OPINION INTERNACIONAL

OBAMA EN EL SALVADOR

Significó el ascenso al gobierno por la vía electoral de un antiguo y aguerrido frente guerrillero, que aglutinó a sus diversas corrientes, llegó a prevalecer en zonas enteras del estrecho territorio, posteriormente forjó los acuerdos de paz acordados el primer día de 1992 en Nueva York y suscritos en Chapultepec, México, el 16 de enero, para abordar de inmediato la lucha civil, enfrentando a la ultraderecha de la Arena personificada en el mayor Roberto D’Aubuisson con sus escuadrones de la muerte (los asesinos de monseñor Oscar Arnulfo Romero, homenajeado en su visita por Obama), para crecer sostenidamente en el apoyo popular y ganar la presidencia el 15 de marzo 2009, desbaratando todas las maniobras de los sectores oligárquicos y de una desenfrenada campaña mediática. Yo tuve el privilegio de asistir a la explosión de júbilo popular, en particular juvenil, que coronó esta victoria en una conmemoración memorable por la noche en el Círculo Masferrer de la capital, que se reiteró días pasados con un discurso de Sánchez Cerén. Esta fue la ocasión de valorar los avances del pueblo salvadoreño en estos dos años de gobierno del FMLN, que ha realizado un arco de alianzas con diversas fuerzas políticas para enfrentar conjuntamente a la ultraderecha de Arena, la cual busca por todos los medios reconquistar el gobierno. Este sistema de alianzas permite que hoy que la presidencia de la Asamblea Legislativa (unicameral, de 84 miembros) esté ejercida por Sigifredo Reyes, dirigente del FMLN. El Frente había elegido la mayor bancada en la anterior elección parlamentaria, y coordina su acción con otras fuerzas políticas. Esto ya se tradujo en la aprobación de varias leyes fundamentales: la ley de protección a la persona migrante salvadoreña y su familia, la de igualdad, equidad y erradicación de la discriminación contra las mujeres y la de transparencia y acceso a la información pública.

La obra realizada por el gobierno de Funes en estos dos años es múltiple. En materia de salud, se eliminaron las cuotas llamadas voluntarias y a través de los equipos comunitarios de salud familiar (ECOS) se llega hoy a lugares donde antes nunca había pisado un médico. La educación es objeto de particular desvelo. Los alumnos reciben alimentación (vaso de leche), cuadernos, uniformes y zapatos como derecho garantizado a las familias. Dice un estudio: «Cuando los pacientes de los hospitales públicos que requieren medicamentos permanentemente no tienen que pagar por ellos; cuando cualquier persona sin protección del seguro social acude libremente a los centros de salud y hospitales; cuando los adultos mayores de 70 años, en los 32 municipios más pobres, reciben su pensión solidaria; cuando los pequeños agricultores que producen frijoles y maíz reciben semillas, fertilizantes, asistencia técnica y créditos, entonces se ve, se siente y se vive el cambio que nos acerca a la justicia social». A esto se agrega la entrega de títulos de propiedad de tierra y vivienda a familias antes excluidas; que decenas de miles de jubilados mejoraron su ingreso al nivelar las pensiones menores a 208 dólares; que miles de maestros que sufrían por la incertidumbre de ser contratados a fin de año tienen seguridad para trabajar; que miles de empleados del Estado pasan a gozar de una estabilidad que nunca tuvieron; y que los soldados de la Fuerza Armada se ven ahora respaldados con hechos concretos. En el plano internacional, el primer acto del nuevo gobierno fue establecer relaciones con Cuba, y luego con Vietnam. El vicepresidente Sánchez Cerén dijo en su reciente discurso que estos logros eran el fruto de la lucha del FMLN «y del liderazgo del presidente Mauricio Funes», subrayando que «fue muy importante la decisión de presentar a Mauricio Funes como candidato a la presidencia». En su parte final, hizo un llamado vibrante a la unidad del Frente, sobre la base de que «nuestra unidad es clave para unir al pueblo». Su invocación fue: «Mantengámonos unidos al pueblo y cumplamos junto al presidente de la República la apuesta por el cambio». Dijo también que el FMLN está en el espíritu de concertar y con voluntad de diálogo con otros sectores, en particular con la empresa privada.

Los temas principales tratados con Obama giraron en torno a la situación de los dos millones de migrantes salvadoreños en EEUU (en el cuadro de la reforma migratoria que propone el presidente), el envío de las remesas, fundamentales para la economía salvadoreña, y los problemas de la seguridad y el narcotráfico, particularmente agudos (con la extensión de las pandillas llamadas maras).

Y en su trasfondo estaba la situación en Libia, donde la agresión se desborda y se multiplican las voces por un alto al fuego. El FMLN recibió a Obama con una declaración de «rechazo y enérgica condena a la agresión militar contra un Estado soberano e independiente», destacando que «de la idea inicial de crear una zona de exclusión aérea se ha escalado a una agresión que se vale de inmensos y sofisticados medios militares».

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