POR LA FRATERNIDAD ENTRE DOS PUEBLOS

Múltiples intervenciones abordaron estos temas desde ángulos diversos. La primera plenaria se desarrolló bajo los siguientes lemas: «Hacer avanzar la paz entre israelíes y palestinos. Las consecuencias de la expansión de los asentamientos en las perspectivas de alcanzar una solución biestatal. La cuestión de Jerusalén, clave de la paz» y por último, con especial destaque «colmar las brechas y crear confianza» (esta fue la tónica de la reunión). En esta sesión oímos las opiniones de los siguientes expertos: Yariv Oppenheimer, director general de Paz Ahora (Peace Now), la benemérita institución con sede en Tel Aviv; Hinf Khoury, anterior ministra de Asuntos de Jerusalén, de la Autoridad Nacional Palestina; del conocido senador del PT brasileño Eduardo Suplicy; del diputado chileno Marcelo Díaz y del miembro del Concejo Municipal de la ciudad de Jerusalén, Meir Margalit.

La segunda sesión plenaria versó sobre el reconocimiento diplomático de la condición de Estado de Palestina por gobiernos de la región; la aplicabilidad de la Convención de Montevideo sobre deberes y derechos de los estados a la creación del Estado de Palestina. Las exposiciones estuvieron a cargo de Walid Muaqqat, embajador de Palestina en Argentina; John V. Whitbeck, abogado internacional, París; Lourdes Cervantes Vásquez, jefa del Departamento Político de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de Africa, Asia y América Latina (Ospaaal); Bruno Stagno Ugarte, ex canciller de Costa Rica y representante ante la ONU; Hanna Yousef Emile Safieh, secretario general de la Confederación de palestinos de América Latina.

Por último la tercera sesión plenaria, sobre el papel de los agentes no gubernamentales en la promoción de una solución permanente al conflicto, el papel de los parlamentarios, las iniciativas de la sociedad civil y la voz de las comunidades árabe y judía de la región contó con las exposiciones de la diputada argentina Paula Cecilia Merchán, la profesora de cultura árabe de la Universidad de San Pablo Arlene Clemesha, la presidenta de la Federación de Entidades argentino-palestinas Tilda Rabi y del profesor Edward (Edy) Kaufman, de la Universidad de Haifa, Israel.

En el último día, que estuvo dedicado a la participación de la sociedad civil en la paz y la reconciliación entre israelíes y palestinos, realizaron sus aportes Ricardo González Arenas, de la cancillería uruguaya; Zahir Tanin, vicepresidente del Comité por el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo palestino; Mario Casartelli, periodista y escritor paraguayo; Pedro Brieger, periodista y sociólogo argentino; Elisenda Ballesté, del Instituto de Tecnología y Educación Superior de Monterrey, México; Pedro Armengol, de la Central Única de Trabajadores (CUT) de Brasil; Lina María Eraso Quintero, del Centro de Colaboración Cívica de México, Pablo Lumerman, de la Fundación Cambio Democrático de Buenos Aires; Abdallah Abu Rahma, del comité contra el Muro, Bilin, Ramalah; Juan Raúl Ferreira, presidente del Instituto Cultural Uruguay-Israel; Ruben Elías, presidente de la Comisión de Apoyo al Pueblo Palestino (CAPP), de Uruguay.

Esta enumeración destaca la alta representatividad de la reunión, su carácter plural, su apertura a todas las voces, lo que pretendió ser negado desde el comienzo. Dentro de esa diversidad, tuvo como constante la búsqueda de los caminos para fomentar la fraternidad entre ambos pueblos. Destaco en ese sentido el aporte de la mexicana Elisenda Ballesté sobre el papel de la educación, las escuelas con participación conjunta de niños palestinos e israelíes, que ilustró con proyecciones de sus dibujos y escritos. Ese fue también el tema de Juan Raúl Ferreira, que emprenderá un viaje a Israel y a Palestina. Otro tanto corresponde a la intervención de Edy Kaufman, seguida con particular interés por quienes conocimos sus antecedentes de activa solidaridad con los luchadores uruguayos contra la dictadura. Hizo referencia a «la buena actitud de los gobiernos de América Latina de completar el proceso de reconocimiento de Palestina», aludió al papel de la diáspora en el proceso de paz, al poderoso lobby israelí en EEUU, al veto de EEUU en la ONU sobre la cuestión de los asentamientos, a la labor de Paz Ahora, a las bombas en la AMIA y la embajada israelí en Buenos Aires. Dijo que se debía tender puentes entre asociaciones palestinas e israelíes, crear los clubs de primos (cousin´s clubs), alabó la actitud ejemplar del presidente de Fedearab presente en el encuentro y señaló en conclusión que la muerte de civiles debe ser condenada en todos los casos, debiendo tenerse siempre presente lo que sufre el otro.

El clima reinante no excluyó la confrontación de opiniones, por ejemplo entre el presidente del CAPP, que criticó duramente el conjunto de las actitudes del gobierno israelí contra los palestinos, y el representante de la B´nei B´rith. Quizá la conclusión final sea el rechazo a la violencia como forma de resolver los conflictos. En eso todos estuvieron de acuerdo.