OPINION INTERNACIONAL

ANTITERRORISTAS DE CARTON

Queremos no obstante dedicar hoy nuestro comentario a un hecho escandaloso: la absolución en EEUU del archicriminal agente de la CIA Luis Posada Carriles y la negativa a extraditarlo a Venezuela y Cuba que lo solicitan desde hace años. Ello acontece en el momento en que el Departamento de Estado tiene la osadía reiterada de calificar la vigencia de los DDHH en el mundo y levanta el índice acusador (como siempre) contra Cuba, Venezuela y Nicaragua. Y elogia a Colombia, donde han aparecido las fosas comunes y se extienden los atentados contra los dirigentes sindicales y los crímenes de las bandas paramilitares.

Este informe lo realiza la nación que mantiene activo ese centro de torturas que es la base de Guantánamo en territorio usurpado a Cuba desde hace más de un siglo, violando la promesa de clausurarlo; que ha erigido prisiones secretas de la CIA en países de varios continentes; que ha sometido a torturas inauditas a los detenidos en prisiones como la de Abu Ghraib en Irak por parte de sus militares, que degradan la condición humana y actúan con absoluta impunidad; que ha masacrado a cientos de miles de civiles en Irak, en Afganistán, en Pakistán, por ataques con todas las armas e incluso por «fuego amigo», como lo está repitiendo ahora en Libia. En cambio Cuba -para citar un solo caso- liberó a todos los presos políticos a que se comprometió públicamente; y el tratamiento médico que recibió un huelguista de hambre como Guillermo Fariñas fue ejemplar y prolongado, como lo reconoció su propia madre.

Luis Posadas Carriles, nacido en Cuba y nacionalizado estadounidense, tiene un extensísimo prontuario de atentados criminales como agente de la CIA desde poco después de la revolución cubana. El más notorio es que fue el organizador de la masacre de todos los pasajeros y tripulantes del avión de Cubana de Aviación, 73 en total, que levantó vuelo de la isla de Barbados en octubre de 1976 rumbo a La Habana. Todo esto está documentado y probado, hay libros con todos los detalles al respecto. Estuvo por ello preso en Venezuela, país donde estructuró el complot, pero fugó con ayuda de la CIA y retomó sus actividades. En dicho país había sido uno de los jerarcas de la siniestra Disip (Policía política), y también autor de torturas y asesinatos. Fue asimismo el organizador del atentado que segó la vida del turista italiano Fabio di Celmo, de 32 años, en el Hotel Copacabana de la capital cubana el 4 de setiembre de 1997, como lo acaba de recordar su padre, Giustino, de 90 años, indignado por la absolución del criminal. En una entrevista en The New York Times de 1998 Posada Carriles se vanaglorió de haber planeado estos atentados dinamiteros. También estuvo preso en Panamá por su participación en un fallido atentado contra la vida de Fidel Castro, siendo liberado por la presidenta Mireya Moscoso en el último día de su mandato.

Pero no fue enjuiciado por ninguno de estos crímenes, sino porque ingresó ilegalmente a EEUU a bordo de una nave, de nombre Sentina, y porque mintió a las autoridades migratorias sobre este aspecto. La Fiscalía, en nombre del gobierno de EEUU, lo juzgó por mentiroso y no por terrorista y criminal. El presidente de la Asamblea Nacional cubana, Ricardo Alarcón, declaró que el juicio, realizado en El Paso, Texas (con la mexicana Ciudad Juárez enfrente) y que se extendió por tres meses, fue una farsa «torpe y vergonzosa» y criticó a la jueza Kathleen Cardone por no haber dejado al jurado escuchar pruebas de la culpabilidad del acusado. La defensa tuvo derechos y espacios hipertrofiados, la acusación prácticamente no pudo exponer sus pruebas. Una crónica sobre el tema en un diario local de El Paso es reveladora. Finalmente, en la mañana del viernes 8 de abril el jurado absolvió a Luis Posada Carriles de los 11 cargos que se le habían formulado por mentir a las autoridades de inmigración, expresados como perjurio, obstrucción a la Justicia y fraude migratorio. Alarcón afirmó que «el gobierno de Estados Unidos estuvo usando todos los trucos para evitar que Posada Carriles sea juzgado como terrorista, quería presentar a un viejito como mentiroso, pero el gobierno de EEUU es tan mentiroso como él, que es un asesino buscado desde hace varias décadas». Lo hemos visto en imágenes de TV antes, durante y después del juicio, totalmente tranquilo y seguro del veredicto, desplazándose a sus anchas. Ahora está absuelto de todo cargo, seguirá vivito y coleando para retomar sus andanzas bajo el manto de la CIA.

Esto acontece en el país que se autoproclama como luchador número 1 contra el terrorismo internacional y se adjudica la misión de perseguirlo en todos los rincones de la tierra, Aunque para ello apele a actos terroristas en escala mayúscula, y en su propio territorio albergue, proteja y estimule (y financie) a los mayores terroristas de la historia.

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