Británicos patrullan y limpian

Desde los inmigrantes que vigilan sus casas a los seguidores de fútbol que corean «Inglaterra, Inglaterra, Inglaterra», mientras patrullan por sus barrios, muchas personas se han involucrado en la tarea de instaurar la calma tras cuatro noches de saqueos, mientras que cuando se calman los disturibios cuadrillas de ciudadanos salen a limpiar y a rocoger lo que queda de los desmanes.

Cientos de sijs, algunos vistiendo sus tradicionales prendas, permanecieron el martes por la noche cerca de su gurdwara (templo), situado en Southhall (oeste de Londres), después de que llegaran a sus oídos rumores sobre un posible ataque de los agitadores.

El grupo organizó patrullas con motocicletas y controló la estación de tren para evitar la llegada de amotinadores, constató un periodista de la AFP.

Cerca de 200 residentes de Enfield, en el norte de la capital británica y que ya fue el objeto de ataques, recorrieron la zona para «proteger sus calles», según un periodista de la AFP.

Unas imágenes captadas por un videoaficionado difundidas el miércoles mostraban a un centenar de hombres corriendo por una calle de Enfield cantando «Inglaterra, Inglaterra, Inglaterra».

Éstos se vieron involucrados previamente en un altercado con un joven que llevaban un bate de hockey, pero la situación se resolvió gracias a que la multitud pidió calma.

Mientras tanto, otros cien hombres se reunieron en Eltham, un suburbio del sureste de Londres, ante los rumores de que la zona iba a ser blanco de los agitadores. «Esta es una zona de clase obrera blanca y estamos aquí para proteger a nuestra comunidad», afirmó un hombre, citado por el diario The Guardian.

«Estamos aquí para ayudar a la policía. Mi madre está aterrada después de lo que ha visto por televisión en los últimos tres días y hemos decidido que esto no sucederá aquí», añadió.

En los distritos de Hackney y Kentish Town, en el norte de Londres, propietarios de tiendas turcos se sentaron a las puertas de sus establecimientos hasta altas horas de la noche, la mayoría dotados de armas caseras para ahuyentar a los agitadores.

En el dinámico barrio londinense de Clapham (sur) -también conocido como «Nappy Valley» (Valle de los pañales) dado el gran número de jóvenes padres que viven allí- los residentes mantuvieron una barricada en medio de la principal calle para evitar la llegada de los disturbios.

Pero las patrullas ciudadanas han terminado en tragedia.

En la ciudad de Birmingham (centro del país), tres hombres surasiáticos murieron el miércoles por la noche al ser atropellados por un coche, cuando intentaban proteger a varias tiendas de los agitadores, que acababan de incendiar un vehículo.

La policía ya ha abierto una investigación criminal y ha detenido un hombre.

Tariq Jahan, cuyo hermano Haroon de 21 años es uno de los muertos, dijo: «Todo el mundo estaba en la calle y él estaba intentando proteger a la comunidad».

Tariq Jahan pidió a los ciudadanos no vengar los disturbios y dejar que la justicia haga su trabajo.

«La tensión es ya muy alta en esta zona. Es bastante malo lo que estamos viendo en las calles», agregó.

En el suburbio de Ealing (oeste de Londres), un hombre fue herido de gravedad el lunes por la noche, después de que un grupo de agitadores le pegara cuando se encaró a ellos.

La presencia de patrullas ciudadanas en las calles del país ha puesto en cuestión la capacidad del gobierno y de la policía para controlar la situación.