Aznar es el favorito en las elecciones españolas de hoy

Madrid, AFP

Los dos candidatos principales a la presidencia del gobierno cerraron la campaña electoral el viernes por la noche en Madrid con reuniones multitudinarias durante las cuales, ante sus partidarios entusiasmados, prometieron la victoria.

Toda propaganda estaba ayer estrictamente prohibida.

Según los los últimos sondeos una ventaja de tres a cinco puntos se perfila en favor de Aznar. Su Partido Popular (PP) obtendría un poco más del 40% de los votos, mejorando así con una decena de diputados su resultado de 1996 (156 escaños), sin llegar a la mayoría absoluta (176 sobre de los 350 diputados del Parlamento).

El Partido Socialista Obrero español (PSOE), aliado formalmente por primera vez a la coalición procomunista Izquierda Unida (IU), repetirá su resultado de 1996 –siempre según los útimos sondeos– con 37% de los votos y 141 diputados. IU en cambio perderá la mitad de sus 21 representantes.

Esta situación favorecerá una vez más a los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unio (CiU), aliado parlamentario de Aznar desde 1996 y de los gobiernos socialistas precedentes desde 1982, que permanecerá posiblemente estable con 16 diputados.

Un total de 33.966.318 electores, o sea 1.4000.00 más que en las elecciones de 1996, elegirán sus 350 diputados y 208 (las cuatro quintas partes) de los 259 senadores, mientras que 2.400.000 jóvenes votarán por primera vez.

Los electores de Andalucía, la más poblada de las 17 regiones de España, renovarán igualmente su Parlamento regional, ampliamente dominado por los socialistas.

Ochenta formaciones políticas –entre ellas 19 coaliciones– participan en estas elecciones, pero sólo cuatro de ellas –el PP, PSOE, IU y la Falange (franquista)– están representadas en las 52 circunscripciones provinciales del país.

Las Cortes Generales (Congreso de Diputados y Senado) se constituirán oficialmente el 5 de abril próximo.

La votación será vigilada por unos 140.000 policías y guardias civiles, para prevenir una posible operación de la organización armada vasca ETA, que rompió en diciembre pasado una tregua de 14 meses y mató a tres personas desde el 21 de enero.

Las 23.399 oficinas de voto se abrirán el domingo de las 09H00 a las 20H00 locales (de 08H00 a 19H00 GMT).

El número uno del PSOE, Joaquín Almunia, 51 años, clausuró su campaña con un mitin en el Pabellón de Deportes del Real Madrid la noche del viernes, ante 5.000 militantes eufóricos y ritmo de rock, bajo una marea de carteles y banderas.

«Cuatro años después vuelve la izquierda. ¡Adiós Aznar!», lanzó Almunia desde la tribuna. En su discurso dominaron las cuestiones sociales, como el problema de las jubilaciones, los sistemas de salud y educación. Almunia prometió el cierre de dos centrales nucleares y la reforma de los hospitales y del ente público de televisión, y criticó al «gobierno autoritario y engañador de Aznar», lo acusó de «no haberse atrevido» a medirse con él en un debate televisivo, y le reprochó el haberse plegado a todos los caprichos de sus aliados parlamentarios nacionalistas catalanes.

Aznar «tiene una calculadora en el corazón», dijo Almunia para subrayar la preferencia que, a su juicio, otorga al crecimiento económico en detrimento del bienestar social.

El candidato de IU, Fracisco Fruitos, advirtió por su parte, en el acto de su formación, también en Madrid, de que si no cumplen el pacto «lo pagarán caro».

Por su parte Aznar, 47 años, candidato a su propia sucesión a la presidencia del gobierno, lanzó un llamado frente a 15.000 fervorosos militantes en el Palacio de los Deportes a «la España que quiere ganar y que es capaz de ser la mejor de Europa», presentando un balance de cuatro años de gobierno que, dijo, configuran «una España optimista». «Hemos creado 1,9 millones de empleos y queremos crear 1,4 millones más en los próximos cuatro años», afirmó, recordando la disminución durante su gobierno del índice de desempleo, que pasó de 21% al 15% de la población activa, aunque sigue estando a la cola en el pelotón europeo. Asimismo atacó duramente a Almunia. «Nosotros tenemos un proyecto coherente, no tenemos que cambiar de discurso (según los sitios)», en alusión al pacto electoral entre socialistas y comunistas, «incapaces de entenderse», dijo.