Tras el infarto cerebral de Obuchi

Crisis en el Sol Naciente

Como prevé la Constitución en caso de grave impedimento del premier, dimitió ayer todo el gobierno para permitir la elección de un sucesor que tendrá lugar mañana.

Según todas las previsiones, el sucesor de Obuchi será Yoshiro Mori, secretario general y número dos del Partido Liberal Democrático (LDP), que tiene la mayoría relativa en el Parlamento y del cual Obuchi es aún formalmente el presidente.

A pesar de la dimisión, casi todos los actuales ministros deberían mantener sus cargos.

El premier interino, Mikio Aoki, se encargó de decretar ayer el término de los 615 días del gobierno Obuchi, poco después de haber visto al paciente.

Una vez constatado personalmente que el jefe del ejecutivo no estaba en condiciones para tomar decisiones, Aoki convocó a una rueda de prensa para anunciar que «no es posible seguir permitiendo el vacío de poder».

Después, y basándose en el artículo 70 de la Constitución, Aoki anunció la dimisión en bloque de todo el gobierno.

El nuevo gobierno deberá llevar el país hacia elecciones legislativas que se celebran este mismo año y que, según todos los observadores y todos los diarios, deberían ser anticipadas.

Las elecciones deberían celebrarse en octubre, pero los observadores consideran que, dada la situación, sería mejor adelantarlas para antes de la cumbre del G8 (siete países más industrializados más Rusia) prevista para julio en Okinawa.

Esa cita era una de las principales preocupaciones de Obuchi junto al problema del volcán Usu, en sus últimos días de actividad política.

Aoki afirmó que precisamente esos dos temas fueron abordados con Obuchi en la última conversación mantenida el domingo en el hospital, antes de que el estado de salud del premier se agravara y el paciente fuera trasladado a la unidad de cuidados intensivos.

En tanto, toda la familia de Obuchi está ahora junto al enfermo después de que ayer su hija Yuko, 26 años, volviera de Londres donde estudia, y se reuniera con sus dos hermanos y su madre Chizuko.

A pesar de que en la tarde de ayer se difundió la noticia de que se había agravado el estado de salud del paciente, Aoki negó que Obuchi esté en estado de muerte cerebral.

Una asamblea de los parlamentarios del LDP elegirá mañana el nombre del nuevo presidente del partido y nuevo premier. Inmediatamente después está previsto el voto de confianza en el Parlamento (Dieta).

El clima de drama colectivo que se respira en estas horas en Japón no dejó ni tiempo ni espacio a las tradicionales luchas entre los miembros de la dirigencia del Partido liberal democrático, que desde hace casi 50 años domina el panorama político japonés. Koichi Kato, ex secretario general y jefe de la segunda corriente del LDP después de la que preside el mismo Obuchi, dijo que «en un momento como este no debe haber discordia entre los compañeros de partido».

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