Trece muertos en atentado en Karachi

La explosión fue de extremada violencia y se escuchó a varios kilómetros a la redonda. Los cadáveres, despedazados, quedaron regados por un vasto sector o pegados en la fachada del hotel, que sufrió daños materiales.

El autocar quedó reducido a un amasijo de chatarra y los automóviles estacionados resultaron igualmente muy dañados.

Varios testigos afirmaron que el coche-bomba era un taxi. «El taxi estaba estacionado frente al hotel y luego su chofer lo movió para embestir el bus en momentos en que los extranjeros subían a bordo», contó uno de ellos.

Pakistán investigará la posible implicación de Al Qaeda en el atentado, anunció el inspector general de la policía provincial, Kamal Shah.

Mais Kamal Shah había señalado previamente una posible responsabilidad india declarando: «Sospechamos la implicación de una mano extranjera», en rueda de prensa en Karachi.

Interrogado sobre si India, viejo rival de Pakistán, podría estar implicado en el atentado, Kamal Shah respondió: «Cuando hablamos de mano extranjera, es evidente el país al cual nos referimos».

«Pero no podemos descartar también la implicación de Al Qaeda. Investigaremos también la posible implicación de Al Qaeda», insistió.

El ministro de Información de Pakistán, Nisar Memon, interrogado por la AFP, indicó: «Se trata claramente de un acto de sabotaje y los terroristas atacaron la capacidad de defensa de Pakistán y sus intereses estratégicos».

El presidente francés Jacques Chirac expresó su «consternación» tras el atentado, que calificó de «innoble», y pidió a las autoridades paquistaníes que velen por la seguridad de la comunidad francesa.

El presidente Chirac condenó «sin reservas ese acto innoble que nada puede justificar», indicó el Elíseo en un comunicado. Asimismo Chirac expresó su solidaridad a las familias de las víctimas.

«El presidente de la República solicita a las autoridades paquistaníes que tomen las medidas de seguridad necesarias respecto de la comunidad francesa y hagan todo lo posible para hallar y castigar a los autores de ese acto terrorista», concluyó el comunicado de la presidencia.

Chirac solicitó a su nueva ministra de Defensa, Michele Alliot Marie, «viajar hoy (miércoles) a Karachi», anunció el palacio del Elíseo.

El vocero del Ministerio de Defensa francés, Jean François Bureau, precisó que esos empleados, en misión específica, brindaban asistencia en la construcción de un submarino y residían en el hotel Sheraton de Karachi.

Pakistán compró a la DCN un submarino de tipo «Agosta», que ya fue entregado, y construye actualmente un segundo. Esos submarinos de propulsión clásica sirven para el ataque y la vigilancia costera.

El autobús de la marina paquistaní que fue atacado, y en donde viajaban los técnicos, «cambiaba todos los días de itinerario después de los atentados del 11 de setiembre».

Todos los empleados de la DCN residían en el hotel Sheraton de la ciudad y trabajaban en su mayoría en Francia, en los puertos de Cherburgo y Brest, dos sitios de la DCN en el oeste del país.

Un equipo de 30 miembros de la DCN se encontraba en Karachi para esa misión, además de una decena de otros empleados que trabajan de manera permanente en la ciudad paquistaní, según Bureau.

La comunidad extranjera en Pakistán fue objeto de otro atentado el 17 de marzo pasado, en Islamabad, que causó cinco muertos y más de 40 heridos, al ser atacado con granadas un templo protestante del barrio diplomático de la capital.

Aunque ese atentado no fue reivindicado jamás, fue interpretado como dirigido contra la comunidad occidental tras aliarse Pakistán a la coalición antiterrorista creada por Estados Unidos tras los atentados del 11 de setiembre.

Otras dos tentativas de atentado, con bombas artesanales, fueron perpetradas a primeros de año en Islamabad contra dos vehículos diplomáticos europeos, uno de los cuales era un autobús de transporte de personal de la Embajada británica. *