Elecciones en marzo y si hay balotaje será en abril; entrega del gobierno el 25 de mayo de 2003

Duhalde convoca a comicios anticipados

ISIDORO GILBERT

 

Acosado por los acontecimientos y casi sin poder, el presidente Eduardo Duhalde decidió anticipar en un semestre las elecciones presidenciales para el último domingo de marzo próximo, como modo de aligerar las tensiones sociales.

El cronograma: elecciones en marzo; si hay balotaje, en abril; entrega del gobierno, el 25 de mayo de 2003. Y las internas partidarias, en noviembre.

El anuncio oficial lo hizo el propio Presidente en un breve discurso donde deja al Parlamento la decisión de incorporar a los comicios los cargos parlamentarios.

Duhalde había fijado antes como fecha de los comicios el 14 de setiembre del año próximo pero su desgaste llegó al límite y el último fin de semana junto a sus más íntimos tomó la decisión.

No fue casual. La conflictividad social tuvo su pico de máxima la semana pasada cuando la policía bonaerense y la Prefectura Marítima reprimieron una movilización de los piqueteros con dos muertos que en realidad fueron fusilados y una cacería contra militantes como no se veía desde la dictadura militar. «Entonces el Presidente comprendió que su tiempo se acabó», dijo a La RepUblica una fuente competente.

No fue casual que se eligiera ayer como el día del anuncio porque hoy se espera una manifestación de masas contra la impunidad que afecta directamente al gobierno como responsable político de lo ocurrido, según lo señalan las entidades convocantes.

Además, ayer el FMI anunció que a fin de julio espera cerrar un acuerdo para destrabar créditos que ahogaban adicionalmente la economía. El Fondo había dado señales de que el actual era un gobierno sin bases de sustentación para llevar adelante el programa de ajuste. Duhalde le había dicho a los gobernadores en mayo que apenas se llegara a un acuerdo con el FMI, él convocaría a comicios anticipados.

La convocatoria es por ahora para presidente y vice pero el Parlamento podrá ampliarla a la elección de legisladores nacionales, que teóricamente tienen mandato hasta diciembre de 2003. ¿Caducarán todos los mandatos? Es una asignatura pendiente.

Dificultades constitucionales

Para anticipar los comicios deberá reformarse la Ley de Acefalía, ya que entre el 25 de mayo de 2003, fecha fijada en principio para entregar el nuevo gobierno, hasta el 10 de diciembre de ese año, que es la fecha que marca la carta magna, habrá un vacío. O lo cubre un ciudadano votado por el Parlamento o ese cargo es dado al Presidente electo en marzo de 2003. De todos modos, es un discutible acto desde el punto de vista constitucional.

El próximo presidente deberá gobernar por cuatro años.

Teóricamente el anticipo dejaría fuera de carrera a Carlos Menem, según los constitucionalistas: no se ha cumplido los dos períodos de veda que marca la carta magna. ¿Podrá la política terminar definiendo otra cosa? Es uno de los interrogantes más fuertes de la víspera. Voceros menemistas se anticiparon a señalar que el ex presidente se presentará sí o sí a la interna del justicialismo.

Las elecciones internas se realizarán en diciembre próximo y por la nueva ley promulgada en la víspera, serán obligatorias.

De hecho, la norma fue impuesta por el peronismo para resolver sus entredichos internos.

Uno de los pretendientes sería el gobernador de Santa Fe, Carlos Alberto Reutemann, pero anoche éste no había dicho ni mu sobre qué haría. Lo haría la próxima semana. Pero hay otros ansiosos en el justicialismo que podrían ir por fuera de las estructuras si se les cierra el camino. Están en esa situación el ex presidente efímero, Adolfo Rodríguez Saá, y el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner. Pero hay más peronistas de paladar negro.

Tiempos fuertes

El senador radical Carlos Maestro protestó porque Duhalde no los consultó, a pesar que la UCR es parte del cogobierno. A la sorpresa se añade la endeblez y desprestigio de la UCR.

La Republica habló con la diputada Graciela Ocaña, mano derecha de Elisa Carrió, la líder del ARI, quien anticipó que demandarán la renovación de todos los cargos parlamentarios.

Fuentes seguras comentaron que Duhalde quería convocar a elecciones constituyentes para dar cabida a algunos de los reclamos de la sociedad, que en sus manifestaciones callejeras (y las encuestas lo confirmaron en más de una ocasión) reclaman eso de que «se vayan todos» y hoy se hará sentir en la concentración contra la impunidad.

¿Es la anunciada la última fecha? Habrá que ver: la conflictividad social es muy profunda y acaso los comicios son poco atractivos si no están acompañados por urgentes planes de contención y alimentación. De hecho, el esperado acuerdo con el FMI, será más que nada un asiento contable para evitar el default con los organismos financieros internacionales.

Sin poder político y ahora con el mandato a plazo fijo Duhalde tiene escaso plafón para negociar con el FMI. Pero en su breve alocución dio por hecho ese convenio que «reinserta al país en el mundo», el objetivo máximo de su gestión, sostuvo casi apresumbrado.

Se abren tiempos tempestuosos. *

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