Guardaespaldas del presidente Uribe heridos por bomba

Entierro colectivo tras ataque en Bogotá

BOGOTA, AFP, ANSA

 

La ceremonia fue presidida por el cardenal primado y arzobispo de Bogotá, monseñor Pedro Rubiano, quien llamó en su homilía a los grupos armados a cesar la violencia que azota al país.

«La sangre de estos hermanos clama al cielo para que termine el odio y la violencia y para que haya justicia», señaló el prelado.

Portando banderas de Colombia y gritando consignas contra «todos los violentos», los indigentes acompañaron el cortejo fúnebre desde un templo católico cercano al Palacio Presidencial hasta un cementerio capitalino.

Los dolientes también habían protestado previamente ante un anuncio de las autoridades de que los cuerpos de las víctimas –también indigentes– iban a ser sepultados en una tumba sin nombre del cementerio central.

Entre las víctimas de la campaña dinamitera del miércoles contra el Palacio de Nariño (sede del Ejecutivo), cercano a El Cartucho, figuraban tres niñas.

La acción, atribuida por las autoridades a comandos urbanos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), también causó más de 40 heridos y grandes daños materiales.

Fuentes oficiales aclararon ayer que una bomba causó heridas graves y no la muerte a cuatro militares de las fuerzas especiales asignadas en Pasto, sur de Colombia, a la vigilancia periférica del presidente Alvaro Uribe Vélez.

El mandatario se encontraba en esos momentos a varios kilómetros de distancia en una reunión con el gobernador del estado Nariño y varios alcaldes.

Inicialmente las fuentes habían informado que los militares habían muerto, pero después se aclaró que los tres soldados y un suboficial fueron víctimas de la explosión y conducidos a un hospital en donde se les atienden las heridas. Los soldados integraban una de las varias patrullas militares periféricas y de la policía asignadas a la protección del presidente Uribe Vélez, quien estuvo en Pasto para conocer directamente de los gobernantes regionales los problemas económicos y sociales de esa región fronteriza con Ecuador.

La acción fue atribuida a guerrilleros izquierdistas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero de acuerdo con las fuentes oficiales el presidente no estuvo en peligro por la explosión que se produjo en una carretera por la que no tenía proyectado pasar la caravana de Uribe Vélez, quien ha sobrevivido a 16 atentados contra su vida.

El flamante presidente colombiano, Alvaro Uribe, nombró una nueva cúpula castrense integrada por oficiales de línea dura en la lucha contrainsurgente, en momentos en que crece la violencia de los rebeldes y paramilitares, la cual causó unos cien muertos en los últimos cuatro días.

Uribe, quien ha prometido mano fuerte contra los grupos armados ilegales, nombró el viernes como comandante de las Fuerzas Militares al general Jorge Mora y como jefe del Ejército al general Carlos Ospina, dos furibundos anticomunistas con fuertes nexos con academias militares de Estados Unidos, Chile y otros países.

El mandatario ratificó al general Héctor Velasco como comandante de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) y al almirante Mauricio Soto al frente de la Armada, y designó al general Euclides Sánchez como jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares, informó la ministra de Defensa, Martha Lucía Ramírez.

Velasco, Soto y Sánchez también son reconocidos por compartir la posición dura de Mora y Ospina ante los grupos insurgentes. *

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