Luis Puig: "El mejor homenaje es  continuar esa lucha"

El dirigente sindical Luis Puig sostuvo que la jornada estaba pautada «por un inmenso dolor, pero tenemos que ver la lucha permanente de Seregni, esa que ha sintetizado la lucha de un pueblo por la democracia y la libertad. También es un dia de compromiso y un día para no olvidar, porque todavía quedan muchas cosas pendientes en este país. El mejor homenaje que le podemos hacer es continuar esa lucha».

 

Carlos Pirán: «Un ejemplo para el país; tuvo una injusta sanción política

Una presencia que no pasó inadvertida fue la de Carlos Pirán, ex ministro de Industria del primer gobierno posdictadura. El notorio ciudadano colorado, alejado hoy de la política activa, aseveró que «Seregni significa un ejemplo para el país y dejando de lado el episodio delictivo de Héctor Gutiérrez Ruiz y Zelmar Michelini, el fue el único de los jerarcas que tuvo una injusta sanción política, la que absorbió con dignidad. Es una figura suprapartidaria y siempre tuve una muy buena relación con él, en otra época, una relación muy sana, allá por los años 1967 y 1969. Yo no soy de traicionar los sentimientos, por eso vine a despedir al general y darle mi pésame a su familia». Consultado en cuanto a los recuerdos sobre la personalidad de Seregni en aquellos años que presagiaban la noche que caería sobre la historia, el doctor Pirán indicó que «era alguien de enorme honestidad intelectual. Mi presencia acá no tiene nada que ver con lo ideológico. Mi presencia acá se debe a la necesidad de responder a obligaciones morales y emotivas».

 

Gervasio Guillot: «Era uno de los artiguistas más auténticos y legítimos que he conocido»

También estuvo en el sepelio del general Líber Seregni el ex presidente de la Suprema Corte de Justicia, doctor Gervasio Guillot. Recordó que «en los atisbos de la reinserción democrática, en el año 1984, fui su representante como presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Frente Amplio. Es una labor que ejercí hasta el año siguente, cuando se planteó que podríamos reincorporarnos al Poder Judicial aquellos que habíamos sido destituidos. En esa oportunidad, le consulté a Seregni si me reincorporaba a mi actividad como juez o seguía en la militancia política, y él entendió que mi deber era culminar mi carrera judicial. Nos dimos un fraternal abrazo de despedida y me dediqué a mi carrera. El era alguien que a su astucia de militar y de viejo zorro estratega, le sumó una ternura brutal en su consideración y en su proyección humana frente a sus semejantes. Era uno de los artiguistas más auténticos y más legítimos que yo he conocido. Era un político que realmente se inspiraba en Artigas y ahora entiendo cuando en su primer discurso dijo aquello de padre Artigas, alúmbranos el camino».