Hoy, hace 45 años el Ché citó al héroe nacional cubano en Punta del Este

El alerta de Martí: "El pueblo que compra manda, el que vende sirve"

El mundo de aquel entonces era otro al de hoy. Existía la posibilidad, para los países periféricos del capitalismo, de romper con los mecanismos de dominación imperialista, porque estaba la alternativa de respaldarse en la Unión Soviética, en los países del socialismo del este europeo y del movimiento tercermundista que comenzaba a surgir con potencia.

Hoy el mundo es unipolar y tiene en sus entrañas nuevas contradicciones y conflictos, por ello las palabras de José Martí deben ser vistas en su marco histórico, aunque dejen enseñanzas o señales de alerta que hay que tener en cuenta, ya sea para formar un TLC o rechazarlo.

El Ché extrajo del pensamiento de Martí lo que sigue y se lo lanzó en la cara a los Estados Unidos: «Quien dice unión económica, dice unión política. El pueblo que compra manda, el pueblo que vende sirve; hay que equilibrar el comercio para asegurar la libertad; el pueblo que quiere morir, vende a un solo pueblo, y el que quiere salvarse vende a más de uno. El influjo excesivo de un país con el comercio de otro se convierte en influjo político. La política es obra de los hombres, que rinden sus sentimientos al interés, o sacrifican al interés una parte de esos sentimientos. Cuando un pueblo fuerte da de comer a otro se hace servir de él. Cuando un pueblo fuerte quiere dar batalla a otro, compele a la alianza y al servicio a los que necesitan de él. El pueblo que quiera ser libre, sea libre en negocios. Distribuya sus negocios entre otros países igualmente fuertes. Si ha de preferir a alguno, prefiera al que lo necesite menos. Ni uniones de América contra Europa ni con Europa contra un pueblo de América. El caso geográfico de vivir juntos en América no obliga sino en la mente de algún candidato o algún bachiller a unión política. El comercio va por las vertientes de tierra y agua y detrás de quien tiene algo que cambiar por él, sea monarquía o república. La unión con el mundo, y no con una partea de él; no con una parte de él contra otra. Si algún oficio tiene la familia de repúblicas de América, no es el de ir de arria de una de ellas contra las repúblicas futuras».

 

Martí y después

Dentro de pocas horas el Uruguay estará discutiendo la posibilidad de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. En el pensamiento martiano los gobernantes uruguayos tendrán mucho para bucear. Por ejemplo, tendrán que recordar que el «pueblo que compra manda, el pueblo que vende sirve», lo que seguramente lo pondrá en alerta ante el encantamiento del mercado estadounidense o el de los mercados de Brasil y Argentina.

Pero, a la vez, no podrá olvidar que Martí también dijo que «hay que equilibrar el comercio para asegurar la libertad; el pueblo que quiere morir, vende a un solo pueblo, y el que quiere salvarse vende a más de uno».

Estas últimas palabras se podrán entender, por cierto, de diferentes maneras. Unos creerán que no hay que atarse al Mercosur ni a Estados Unidos, propuesta de Tabaré Vázquez y de Danilo Astori cuando proponen la diversificación de las exportaciones. Mientras que otros dirán que un TLC con EEUU terminará en que el Uruguay solo le venderá a un solo pueblo o, el otro peligro, que quedará atado a los mercados de las dos potencias del Mercosur.

De lo que no hay dudas es sobre la visión de Martí, quien se adelantó a la globalización mundial cuando dijo: «El comercio va por las vertientes de tierra y agua y detrás de quien tiene algo que cambiar por él, sea monarquía o república. La unión con el mundo, y no con una parte de él; no con una parte de él contra otra». El pasado viernes el presidente Tabaré Vázquez se mostró cauto ante la posibilidad de un TLC con Estados Unidos, casi como balanceando este razonamiento martiano recogido por Guevara hace 45 años, cuando dijo que «no nos vamos a morir con los ojos abiertos si el proceso de integración no se concreta favorablemente para nuestros países (Uruguay y Paraguay), igualmente salidas para la producción uruguaya y para que se mantengan y generen puestos de trabajo».

Aunque a la vez que impulsó la idea de diversificar el comercio exterior uruguayo, señaló que si hay o no TLC dependerá de si es «beneficioso para el Uruguay».

Martí pronunció estas ideas sobre el comercio internacional el 7 de abril de 1888 en la Conferencia Internacional Americana, representando, entre otros países, al Uruguay. Fue hoy, hace 45 años. La duda provocadora del guerrillero sigue vigente. *

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