La familia de Goulart demanda por asesinato

La denuncia se sustenta en una entrevista que mantuvo Joao Vicente Goulart, hijo del ex presidente, con el ex agente de Inteligencia uruguayo Mario Barreiro Neira, quien se encuentra preso en el país norteño por robo, asociación ilícita y posesión ilegal de armas.

Barreiro Neira, ex agente del «Grupo Gama» de Inteligencia en la década de los 70, narró en esa oportunidad, ante un equipo de televisión del Senado, los detalles de la «Operación Escorpión», en la que el ex mandatario «fue envenenado».

«No me acuerdo si usamos Isordil, Adelpan o Nifodin. Conseguimos colocar un comprimido en los remedios importados de Francia», habría dicho Barreiro Neira a su entrevistador sin saber que era un hijo de Goulart, según la AFP.

El ex presidente brasileño falleció aparentemente «de un ataque cardíaco» en una hacienda que poseía en la ciudad argentina de Mercedes (Corrientes), y fue sepultado, sin autopsia, en su ciudad natal de Sao Borja, en el Estado de Rio Grande do Sul.

El ex agente de Inteligencia explicó, en la entrevista, que no se permitió la autopsia del cuerpo porque la sustancia podía ser detectada si se examinaba el cadáver antes de las 48 horas después del deceso.

La denuncia, que en todo momento se apoya en el testimonio de Barreiro, afirma que el veneno fue preparado por un médico forense uruguayo, Carlos Miles, asesinado como «quema de archivo» para impedir que contara lo que sabía. La familia pidió por esta razón a la Procuraduría una «protección especial» para Barreiro, ante el peligro de que pueda ser «suprimido como testigo».

Una Comisión Externa de la Cámara de Diputados investigó hace 6 años la muerte de Goulart sin llegar a conclusiones, pero los detalles descriptos por Barreiro justifican la reapertura del caso, alegó la familia.

Los familiares de Goulart esperan que la denuncia haga que el gobierno brasileño se decida a investigar en los documentos del Centro de Informaciones del Exterior, el servicio secreto de la Cancillería, que tenía como objetivo vigilar a los exiliados políticos en otros países.

Joao Goulart presidió Brasil de 1961 a 1964, cuando un golpe castrense lo obligó a asilarse en Uruguay y Argentina, donde murió el 6 de diciembre de 1976.