Argumento. Fue un ejemplo de resistencia en vida y más aún después de muerta, explicó Vaillant

Nombre de Elena Quinteros a una escuela motivó espontáneo homenaje

El orden del día de la sesión de ayer contenía casi exclusivamente denominaciones de institutos de enseñanza.

Morosoli, Paul Harris, Alvaro Bustos (uno de los pocos colorados procesados por la Justicia Militar), fueron las figuras relevantes que dieron su nombre a diversas escuelas del país, pero en la lista sobresalía la Escuela N° 181 de Primer Grado de Montevideo, que de ahora en adelante pasará a llamarse «Maestra Elena Quinteros».

Entrando en el orden del día, le cuento que el senador colorado don Juan Justo Amaro fue el miembro informante de un proyecto de ley que resultó aprobado por unanimidad: la creación de un registro de discapacitados físicos para permitir que éstos puedan ejercer, sin dificultades de desplazamientos penosos, su derecho al voto. Enhorabuena.

Con la presencia en las barras del subsecretario del Ministerio de Salud Pública, Miguel Fernández Galeano y de Sara Méndez, el Senado aprobó ­por unanimidad­ la denominación de «Elena Quinteros» para una escuela montevideana, en lo que se convirtió en un no previsto homenaje a la mártir.

Margarita fue la encargada de informar sobre el punto, trazando una semblanza de Elena, recordando su formación cristiana en las domínicas y sus inicios en la militancia política. Aludió a aquella generación del sesenta que quiso cambiar el mundo con entrega y alegría. Mariano afirmó que Elena es un referente insoslayable de la lucha por un mundo nuevo y mejor. Mónica hizo votos por que los niños que se eduquen en esa escuela sepan quién fue Elena y tomen su ejemplo de lucha por la libertad. Michelini hizo alusión al sufrimiento padecido y a la sevicia de los servicios represivos. El rojiclavelino Víctor Vaillant afirmó que la de Elena fue una desaparición emblemática y que fue un ejemplo de resistencia en vida y más aun después de muerta. Dijo Vaillant: «Si la dictadura creyó que con la muerte de Elena le daban un duro golpe a la resistencia, se equivocó, porque ella le hizo más daño muerta que viva».

Pero el homenaje no contó sólo con las palabras de los senadores frentistas. Moreira y Heber, por el Nacionalismo, expresaron sentidas palabras al respecto. Heber rindió un homenaje «a quienes luchan por la libertad y la democracia» y no vaciló en afirmar que fue una mártir de la dictadura militar.

Moreira, por su parte, sostuvo que ese improvisado homenaje era un recordatorio para que no vuelvan nunca más aquellos tiempos aciagos y para valorar la democracia y sus formas. Terminó reconociendo que nadie podría justificar el crimen.

Para sorpresa de muchos, don Julio María se sumó a lo expresado por sus pares. «Votamos con la convicción de que se trata de una afirmación de la democracia y de la soberanía nacional», afirmó, y continuó diciendo: «Elena Quinteros fue víctima de una expresión de barbarie; es una de esas figuras que adquieren valor de símbolos».

Tomá pa vos.

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