El golpe. Ex legisladores recuerdan la última jornada parlamentaria antes de la disolución de las Cámaras en 1973

"Sin Parlamento, nunca más"

En diálogo con LA REPUBLICA, los parlamentarios de aquella época Oscar López Balestra, Carlos Baráibar (actualmente senador de Asamblea Uruguay), Juan Adolfo Singer y Carlos Julio Pereyra, coincidieron en calificar aquellos hechos como un episodio triste para nuestro sistema democrático y dieron sus puntos de vista sobre cómo deben ser analizados en la actualidad.

El diputado del Movimiento Por la Patria del Partido Nacional, Oscar López Balestra, dijo: «Tengo profundamente grabada en mi memoria aquella jornada, porque la viví con mucha angustia, preocupación y también seriedad, porque fue un momento muy difícil que le tocó vivir a nuestra República y, principalmente, al Parlamento uruguayo, que fue lo que se disolvió en ese momento».

«No podemos ignorar las jornadas turbulentas que se vivían desde el año anterior, pero la facultad que el Presidente de la República tenía para disolver las cámaras, debió haberla continuado con un inmediato llamado a elecciones».

El ex legislador, que había sido electo por el departamento de Tacuarembó, consideró que el Parlamento es «la pata fundamental de la democracia», por lo tanto, con aquella ruptura «se perdieron valores que el tiempo no ha permitido rescatar y donde cada uno cuenta la historia a su manera, muchos pretendiendo sacar frutos políticos o electorales».

López Balestra entiende que la fecha debe ser recordada como forma de «seguir defendiendo valores muy importantes y para apoyar la integración del Parlamento, que debe ser representativo de todos los sectores políticos y sociales del país». Carlos Baráibar, en aquel momento diputado por el Partido Demócrata Cristiano (PDC – Lista 808), se encontraba ese día en la ciudad de Budapest, Hungría, participando de un encuentro de la Federación Mundial de la Juventud Democrática. Asistió en su calidad de secretario general de la Juventud Demócrata Cristiana de América Latina. «Antes de salir de Montevideo, unos diez días antes, dije en el Parlamento que si podía, a mi regreso, haría un informe sobre esa misión. Dije que «si podía», porque ya estaba pensando en la situación que estaba viviendo el país, con riesgo de estabilidad institucional». «Cuando me enteré, regresé inmediatamente desde Europa. Recuerdo que me encontré en el avión con el senador Juan Pablo Terra, que también regresaba al país como consecuencia de estos hechos».

A modo de reflexión y mientras dialogaba con nuestro matutino, Baráibar se paró frente a una placa que está colocada en la antesala de Diputados, que fue descubierta durante una sesión extraordinaria realizada el 27 de junio de 2003, a 30 años del golpe, con la presencia de todos los legisladores sobrevivientes. Esa placa dice: «Sin Parlamento, nunca más». El legislador dijo que «este recuerdo, unos años después de aquella emotiva ceremonia, hoy lo confirmamos plenamente».

 

«Me dolió la indiferencia»

El ex senador por el Frente Colorado de Unidad (Partido Colorado), Juan Adolfo Singer, dijo que «lo que más me dolió de aquel 27 de junio fue ver en la gente la expresión de un enorme bostezo de indiferencia». «Eso revela que los partidos políticos, en aquel momento, estaban en un nivel muy bajo en la consideración de la ciudadanía», señaló. Acerca del golpe de Estado en sí mismo, dijo que «fue un desborde de las Fuerzas Armadas, que sin duda estaban formando parte del fenómeno de la Guerra Fría, que fue la situación de dominó al mundo durante la segunda mitad del siglo pasado».

Acerca de cómo se deben analizar los hechos en la actualidad, Singer dijo que «hoy deben ser tema de estudio, para tratar de comprender por qué pasaron aquellas cosas, y punto».

En tanto, Carlos Julio Pereyra, que aquel día ocupaba una banca en el Senado por el Movimiento Nacional de Rocha (MNR), consideró que «un golpe de Estado, en un país que desde hacía mucho tiempo tenía afirmado su sistema democrático, nos conmovió profundamente a todos». «Eso se puso de manifiesto aquella noche en la última sesión del Senado, donde todos los legisladores manifestaron su condena al golpe y también su decisión de luchar por el restablecimiento pleno del régimen democrático», agregó.

«Fue una dura experiencia que vivió el país durante toda la dictadura, situación que fue creada por un grupo de militares ambiciosos, que provocaron un desborde y facilitaron la acción de un presidente (Juan María Bordaberry) que no creía en la democracia ni en los partidos políticos, como lo han demostrado después sus declaraciones públicas».

Pereyra opinó que los hechos ocurrieron por «la asociación de los intereses militares con poderosos intereses económicos, y también influencias internacionales, como las hubo para crear todas las dictaduras de América, por parte de los Estados Unidos, en su participación en la denominada Guerra Fría». «Toda esa experiencia que ha recogido la población uruguaya debe ser revelada a las nuevas generaciones, como una forma de garantizar la fe en la democracia, que precisamente es un sistema que se sostiene en la fe que le tengan los ciudadanos.

Para ello es necesario entonces la convicción total en la necesidad de defender su vigencia», afirmó. Pereyra es partidario de que se brinde enseñanza sobre la historia reciente. «Es imposible no informar sobre esos hechos, incluso en los centros de estudio, naturalmente respetando la libertad de cátedra y la laicidad».

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