"A pesar de la montaña de basura que me tiran"

Anoche, poco después de las 8, a la hora de los discursos, sobre la plaza Independencia de San José -la de Artigas- comenzó una llovizna fuerte y soplaba una brisa que era, por momentos, frío viento. Se abrieron algunos paraguas, pero de la amplia explanada no se fue nadie. Hablaron: el presidente de la mesa del FA en San José, Pablo Urreta, Juan Carlos Hornes (PC), Walter de León (Unidad Popular), el senador Eduardo Lorier y la diputada Mónica Travieso. Todos hablaron poco, el clima era amenazante y la gente quería escuchar «al Pepe». «En mi discurso jamás castigo u ofendo a la oposición, a pesar de la montaña de basura que me tiran» dijo Mujica. Antes que él, Lorier hizo referencia al editorial escrito por Ignacio De Posadas en El País: una descalificación brutal.

Para el dirigente del FA todos debemos convivir y para eso no sirve el agravio. En el discurso, una buena parte del tiempo se lo llevó explicar la importancia económica y social de la formación, del conocimiento, de la investigación propia. Mujica puso un énfasis especial en la desventaja que tienen hombres y mujeres cuando sólo pueden ofrecer «la fuerza de sus brazos».

Por eso defendió el Plan Ceibal frente a quienes opinaron que había «otras prioridades» «Déjese de joder, dé clase aunque sea arriba de un cojinillo, lo que importa es el contenido» contó que le dijo un paisano. El pequeño, que con su computadora verde se las ingenió para ganar la primera fila y sacar unas fotos, parecía darle la razón.

 

«Para ver algo hay que andar despacio»

Dijo el veterano dirigente que, cuando viajó en la comitiva presidencial a Nueva Zelanda no siguió, se quedó para ver aquella realidad más de cerca. «Visité 22 chacras» dedicadas a los más diferentes rubros. Esos establecimientos estaban en manos de gente que vive y trabaja en el campo «18 eran universitarios y 8 era universitaria la pareja». «La ventaja está en la inversión que han hecho en el ‘balero’. Son 4 millones y tienen 10 universidades, todas investigan» enfatizó. En referencia a las recetas de la derecha, Mujica dijo que la recomendación es: «Cuando la cosa viene más o menos bien, guardá pa’cuando venga mal y cuando venga mal tampoco podés gastar por lo tanto: viví jodido siempre». Defendió que las políticas sociales aseguran un mercado interno que sostiene la economía en épocas malas. Que en momentos mejores hay que «aflojarle la cincha» al que está más embromado y que la inversión pública crea trabajo para la gente y eso también es imprescindible. Por largos ratos la gente escuchaba como en misa. A lo largo del acto estuvo siempre presente, en el ánimo de los oradores, que la lucha política es particularmente dura en San José. La confrontación de estilos, filosofías y propuestas quedó muy clara. Que Mujica entusiasma, tanto como molesta a la derecha, está fuera de dudas. Mujica puso el acento en reclamar que alguien explique cómo piensan bajar los impuestos y aumentar las pensiones. «Prometen, prometen y prometen… ¿Pero quién va a poner la teca?».