Histórico. Había sido enterrada para evitar su captura por el OCOA

Recuperan imprenta clandestina del PCU después de tres décadas

En una casa de la zona de Colón, comenzaron ayer las tareas de excavación de una imprenta clandestina del Partido Comunista de Uruguay (PCU) que estuvo enterrada durante 33 años.

Los servicios represivos de la dictadura, el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubersivas (OCOA), la Dirección Nacional de Información e Inteligencia de la Policía y también inteligencia del Fusna siempre persiguieron con especial saña al aparato propagandístico de la resistencia.

Esa saña fue permanente en el caso de la persecución al aparato de propaganda del PCU, así lo documenta exhaustivamente el informe sobre la violación de los DDHH en la dictadura publicado en cinco tomos por la Presidencia de la República.

Miles de mujeres y hombres fueron torturados, muchos asesinados y miles más perseguidos y obligados al exilio para lograr callar a la resistencia, para impedir los volantes, los órganos de prensa clandestinos.

Ayer en una casa de Colón, más precisamente en la calle Gómez Ruano comenzó a ser desenterrada una Rotaprint, utilizada por los militantes del PCU para denunciar los crímenes de la dictadura y organizar la resistencia.

Según pudo saber LA REPUBLICA, la casa perteneció a Sergio Hintz, un trabajador de Ancap, militante sindical y del PCU, ya fallecido, que pertenecía al aparato clandestino de propaganda de esta organización política.

Hintz fue detenido brevemente y al ser liberado decidió que no podía correr riesgos y, buscando impedir que la rotativa cayera en manos de la dictadura, decidió enterrarla en el fondo de su vivienda. Esto ocurrió en el año 1976, en medio de la represión más dura, en pleno desarrollo del Plan Morgan, con el que el OCOA e inteligencia militar buscaban exterminar, según lo expresan textualmente en documentos de la época, al PCU.

Después de 33 años, la familia decidió desenterrar lo que Hintz había preservado durante toda la dictadura. La familia de Hintz se comunicó con el Museo de la Memoria y una delegación de esta institución concurrió a la casa y ayudó en las tareas de excavación. Todos con mucha emoción.

La Rotaprint todavía no ha vuelto a ver la luz, el trabajo continuará hoy, cuando la saquen del pozo, un pedazo de la historia de la resistencia a la dictadura verá la luz.

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