Mujica: "Continuidad pero con variables diferentes"

En diálogo exclusivo con LA REPUBLICA, Mujica dijo que si llegara a ser presidente va a «consultar a todos los partidos políticos» pero «en primer término al Frente», sin descartar ni adelantar a qué sectores o personas podría convocar para formar parte de ese eventual gobierno.

Porque «no se dispone de la piel del oso antes de cazarlo. Ni tampoco me gusta manosear nombres». Fue terminante: «Ganar el gobierno no es construir una agencia de colocaciones, ni acomodar a los que me resultan más simpáticos».

­El año pasado, cuando hizo un acto en el Club Racing de Mercedes me dijo que no se veía como Presidente.

­No.

­¿Se ve ahora como Presidente?

­El problema es colectivo. Yo pertenezco a una barra muy importante, más de lo que la gente cree. Si esa barra no pone el hombro con fuerza creo que la chance del Frente queda disminuida.

En una cosa mucho mas racional, en lugar de decir yo que no, corría el riesgo de que lo diga el pueblo frenteamplista, porque si en ese conjunto humano no se lucha con ganas, la propia expresión del Frente va a estar debilitada. Una cosa es trabajar a reglamento, por inercia, y otra cosa es poner entusiasmo. Estas son cuestiones de alta política de las que la gente muchas veces no se da cuenta, que no se hace lo que se quiere, se trata de monitorear fuerzas, pero que uno no puede hacer con esa fuerza lo que quiera.

­Según las encuestas usted tiene grandes posibilidades de ser uno de los candidatos que dispute la presidencia. En ese posible escenario, ¿qué participación podrán tener los otros sectores del Frente Amplio?

­Esa es una de las cosas que marcamos absolutamente de entrada: el gobierno no puede ser del Pepe. El gobierno es del Frente Amplio. Es decir, hay que involucrar en los hechos a todos los sectores que componen el Frente, y tratará de ser lo más equitativo posible, sopesando el peso y la validez desde el punto de vista de oficios que pueda presentar cada uno de los frentes de lucha…

­¿Eso quiere decir, por ejemplo, que algunos de los actuales ministros podrían quedar dentro de su gobierno?

­Sí.

­¿Y el equipo de Astori, o el mismo Astori podrían formar parte de su gabinete?

­En primer término no me gusta hacer anuncios de ningún tipo porque no se dispone de la piel del oso antes de cazarlo; ni tampoco me gusta manosear nombres. Pero que quede claro, yo no concibo gobernar con los míos. Por eso dije en un discurso, adiós compañeros, me despedí de mi barra, con ello quería simbolizar que esto es otra historia.

­Pero los de la barra chica le van a terminar reclamando puestos. Porque eso es innato de la condición humana. Le van a terminar diciendo ‘yo trabajé para vos, necesito un cargo en tal o cual lado’.

­No. Yo no puedo dar para nadie, ni para los míos ni para nadie, más de lo que implica una racional representatividad. Primero, ganar el gobierno no es construir una agencia de colocaciones ni acomodar a los que me resultan más simpáticos. Sino, dentro de ese equilibrio político, conseguir los más idóneos, que a veces simpatizaremos y otras no tanto, porque esa es la condición humana. Segundo, en materia de programa, el que fijaron los compañeros, si hay que bajarlo a tierra los vamos a convocar. Tercero, consultar a todos los partidos políticos. Tener la puerta abierta para todos los partidos políticos, pero en primer término al Frente. Cuarto, la bancada de legisladores tiene que cumplir un papel. El gobierno tiene tres poderes. Aceitar la relación con el Poder Legislativo debe ser una parte sustancial. Me parece que esas cosas importan.

­Usted ha dicho que su gobierno será una continuidad del gobierno de Vázquez; ¿pero en qué aspectos se diferenciaría?

­El agua que viste pasar no la vas a volver a ver. A ver si me puedo explicar: el equipo económico actual, prácticamente lleva la misma línea económica del que estaba. Del que estuvo encabezando Astori hasta hace poco. El actual equipo económico lleva la misma línea…

 

El sello Astori

­No diría que lleva su sello. Tiene su independencia, pero está más o menos dándole continuidad a la misma línea. Sin embargo la economía no va a crecer en la misma forma que creció los otros años, porque cambió la coyuntura internacional. Quiere decir que el gobierno que va a venir no va a tener la coyuntura que tuvo este, y estas cosas conviene registrarlas. Por eso no va a ser idéntico. No puede ser idéntico. Será continuador, pero va a tener un conjunto de variables que van a ser distintas.

­¿Dónde deberá poner el énfasis el futuro gobierno?

­Hay problemas estratégicos, y otros de carácter inmediato. Dentro de los problemas estratégicos, el más grave que tiene Uruguay es la demografía. Es el país más envejecido, en término promedio, de América Latina. Cada vez tiene un sector pasivo más grande y en proporción el sector activo es menor. Si el sector activo no es capaz de aumentar la productividad, mal futuro van a tener los viejos en Uruguay. Deberíamos plantearnos fomentar la productividad, que no hubiera un solo joven que no recibiera capacitación terciaria, ya sea de UTU o de la Universidad de la República. La consigna estratégica debería ser que nuestros hijos y nuestros nietos fueran mejores que nosotros, porque ese sector activo cada vez va a tener que generar más recursos para mantener a los viejos. Porque hay que hacer una proyección en el tiempo, dónde nos lleva esta demografía, y la misma gravedad que tiene este problema. Otro problema estratégico es la Escuela de tiempo completo. Porque ha habido una revolución silenciosa en el Uruguay: la mujer fue a trabajar y va a seguir trabajando. Buena parte de los niños del Uruguay están cuatro o cinco horas solos o por lo menos no atendidos por su madre porque está trabajando. La Escuela debe prolongar su horario no sólo para enseñar sino para contener, practicar deporte, todas esas cosas. De lo contrario los jóvenes quedan en banda. Los gurises tienden a quedar en banda, y muchos de los problemas que tenemos son consecuencia de esto. Ahora este país es agroexportador y lo va a seguir siendo por mucho tiempo. Ya que somos eso lo tenemos que hacer mejor. Entonces tenemos que darle gran pelota a la productividad y el trabajo del campo.

Tenemos que profundizar eso, porque buena parte de las divisas precisamos van a seguir viniendo de ahí. Quedarnos en eso no alcanza, pero sin eso… Una revolución como la que hizo Finlandia, que no abandonó los troncos, los troncos le dieron recursos para fundar y desarrollar Nokia. Alguien lo financió, y fue el viejo país, y los troncos.

En nosotros tiene que ser la carne, la agricultura. No debemos abandonar el viejo país que nos da resultado pero nos tiene que servir para financiar otro país.