Hijos de Michelini ratifican entorno de amenazas y persecusión de 1976

El hijo homónimo del ex legislador Zelmar Michelini narró ayer ante el juez penal de 11º Turno, Roberto Timbal, y la fiscal Mirtha Guianze, «la situación de persecución, amenaza, seguimiento, control e intimidación» que sufrió su padre durante los años de su exilio en Buenos Aires, e incluso antes del golpe de Estado en Uruguay.

Las «reiteradas» amenazas se sucedían desde abril de 1972 «por las denuncias que él hacía de la tortura y de las violaciones graves de las libertades (en Uruguay) desde la instalación del Estado de Guerra Interno», dijo Zelmar (h) al salir del Juzgado.

Zelmar (h) recordó que el domicilio de la familia «fue atacado (en 1972) con una bazooka», por lo cual, lo que su padre sufría en Buenos Aires «era la continuación lógica de lo que había sufrido en Montevideo.

El ex legislador se instaló en Buenos Aires tras el golpe de Estado e «inmediatamente fue vigilado, seguido, controlado, y a medida que pasaba el tiempo, se afianzaba la dictadura en Uruguay y se agravaba la situación en Argentina, las amenazas eran cada vez más recurrentes y cada vez más precisas», recordó Zelmar.

«Un día lo llamaron por teléfono y le dijeron: ‘Si usted sigue denunciando al gobierno y al Uruguay en el exterior, vamos a torturar a su hija Elisa’ (ya detenida por los militares). Mi padre se vio enfrentado a un verdadero dilema, decidió no callarse y poco después los militares comenzaron a torturar a Elisa. Hay una relación de causa y efecto muy concreta», expresó. Michelini estaba convencido de que «la Policía y el Ejército uruguayo estaban operando en Argentina», dijo su hijo.

 

El secuestro

Zelmar Michelini (h) declaró junto a su hermano Luis Pedro, también testigo directo del secuestro de su padre, puesto que se encontraban junto a su padre cuando efectivos militares ingresaron en la pieza del 7º piso del Hotel Liberty.

Personas «fuertemente armadas» irrumpen en la pieza. «Recuerdo que avanzan diciendo ‘Zelmar, te venimos a buscar’, ‘Te llegó la hora’ y ‘Esa linda cara te la vamos a desfigurar’. Recuerdo movimientos de varios hombres que comienzan a poner cosas en sábanas para llevarse efectos personales de mi padre».

«Me encañonaron y nos obligaron a mi hermano y a mí a cubrirnos la cara con una sábana». «Los veo de espalda, no veo la imagen de sus rostros. En la pieza del hotel hubo personal argentino, gente de Orletti, pero pienso también que hubo uruguayos», dijo Michelini.

 

Responsables militares

El proceso judicial por la muerte de Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz y de los militantes del MLN-T Rosario Barredo y William Whitelaw, culminó con el procesamiento del ex dictador Juan María Bordaberry y el ex canciller Juan Carlos Blanco, como «coautores de cuatro delitos de homicidio muy especialmente agravado». La vigencia de la Ley de Caducidad implicó que la familia Michelini impulsará la denuncia contra los mandos civiles de la dictadura (Bordaberry y Blanco), considerados como «los autores intelectuales e institucionales» del crimen. Sin embargo, la prueba recabada durante el proceso y la solicitud de la fiscal Guianze de excluir el caso del amparo de la Ley, abren la posibilidad de indagar a los autores materiales del crimen.

Los militares que actuaban en Argentina «no eran una banda, eran oficiales y soldados del Ejército uruguayo, respondiendo a una cadena de mando, perfectamente constituida que respondía al presidente de la República». Por esa razón, Michelini aguarda una resolución favorable del Ejecutivo de excluir el caso de la Ley de Caducidad «para que la Justicia pueda comenzar a indagar a todos los militares responsables». «Me sorprendería que el Poder Ejecutivo mantuviera dentro de la Ley de Caducidad el caso de Michelini y Gutiérrez Ruiz. De todos modos soy optimista de que va a quedar fuera y se va a poder avanzar en la búsqueda de los ejecutores materiales. Si por una de esas no fuera posible, está la instancia de la anulación de la Ley de Caducidad y el referéndum», dijo Michelini.