Mujica. Ayer en Maldonado realizó tres actos, brindó una conferencia e inauguró un comité departamental

"No hay competencia con Astori y Carámbula sino afectuosa disputa"

José Mujica no eludió ninguna pregunta en la conferencia de prensa celebrada a la mañana y en los tres actos públicos posteriores apeló a un discurso cálido, cargado de esperanzas y apuntado fundamentalmente a los más jóvenes.

En la ciudad de Pan de Azúcar, además, se fundió en un apretado abrazo con el intendente Oscar De los Santos, quien de visita en su pueblo natal fue invitado a compartir el estrado, donde entre otros estaba el diputado Darío Pérez, con quien el intendente también se saludó cálidamente al final del acto.

Durante toda la jornada fue acompañado por el senador comunista Eduardo Lorier, el diputado Darío Pérez, Luis Polakof, la doctora Silvana Amoroso (directora del Hospital de Maldonado), ediles y otros dirigentes de las distintas agrupaciones que respaldan su candidatura. En ningún momento aludió siquiera a los partidos de la oposición y en el final dejó muy claro que su campaña no está basada en la lucha con Astori o Carámbula, porque si no llega a ser electo candidato presidencial del FA irá en el lugar que le toque.

Como muchas otras veces, hizo hincapié en la necesidad de capacitar y dar los espacios necesarios a los niños y jóvenes, porque la clave de un país mejor está en los talentos que puedan vender justamente talento. Fue allí que dio ejemplos muy exitosos, como los de Holanda o Dinamarca. «¿Qué herramientas precisan? ¿Cómo será ese mundo? ¿Lo que les vamos a dejar sirve o no sirve? ¿Qué es lo que les tenemos que dejar?», se preguntó y preguntó Mujica.

No negó que los padres desean lo mejor y más para sus hijos, porque ese es su deber, pero remarcó que no alcanza con dejarles dinero, «el partido está en la cabeza y en el corazón que le puedas dejar; la fortuna que le dejes en la materia gris no se la afana nadie, los valores que le dejes en el corazón no se los afana nadie, por eso el tiempo que podemos olfatear requiere cada vez más conocimiento», dijo.

Reconoció que aún en nuestro país sigue habiendo desocupación, pero que hay muchas profesiones que tienen desocupación cero, pero requieren capacitación y calificación. «El que sale a vender las manos la queda, hay que salir a vender las manos con mucho balero y cada vez más», y dio ejemplos tan simples como el manejo de la maquinaria agrícola actual, que es altamente tecnificada.

Recordó que hay que buscar las formas de cubrir esos gastos que demandan la tecnología actual en cada uno de los hogares y aclaró que no está criticando Internet ni los teléfonos celulares, sino que tiene que ver con los tiempos que se vienen. «Se va a tener que pagar más impuesto, créamelo; yo estoy en campaña electoral y no quiero venderle el verso a mi pueblo, porque tenemos una disparidad enorme y cada uruguayo tiene que tener una potencialidad activa de generar cada vez más valor, ¿saben por qué?, porque somos el pueblo promedio más envejecido de América Latina». Remarcó que estos desafíos hay que tomarlos y dijo que seguramente nadie esté planteando estos temas porque «son feos desde el punto de vista electoral», pero insistió en que «nuestros hijos y nuestros nietos deben ser mejores que nosotros».

«Tenemos que orquestar un país que sea vendedor de conocimiento, no sólo vender pulpa en el gancho, no sólo vender cueros, no sólo vender el producto de una agropecuaria; hay que vender el talento de nuestros hijos, transformado en los productos que puedan servir a esta región del mundo, que es la última reserva agrícola que le queda a la humanidad», porque en tres décadas se necesitará el doble de alimentos de lo que se produce hoy. Fue entonces que dijo que no sólo vale el trabajador que está produciendo, sino el otro que dentro de un laboratorio está experimentando y creando nuevas alternativas. «El hombre puede, es un bicho que tiene capacidad, que es capaz de transformar la naturaleza y lo va a poder hacer», acotó.

«La escuela de tiempo completo tiene que cubrir ese tiempo de la madre que está laburando y lo tenemos que entender como una causa nacional, y universidad para todos los jóvenes; no puede ser que tengamos un Uruguay donde hay un montón de muchachos que ni estudian ni trabajan; marchamos al spiedo», dijo.

 

Una historia de ideales

Finalmente recordó lo que le costó a la izquierda uruguaya asumir la importancia de trabajar en unidad en busca de los grandes objetivos. Dijo que eso se logra atendiendo y respetando las diferencias, porque el Frente Amplio es «unidad con diferencias».

Fue allí que recordó el nacimiento del Frente Amplio, cuando hace 40 años cundió el cansancio y el hastío en muchos uruguayos de los más diversos orígenes. Mujica dijo que con el tiempo los partidos políticos tradicionales se habían transformado en «agencias de acomodo» y que para todo había que acudir con una tarjeta ante un político.

Mujica reconoció que cuando a la izquierda se la ha caratulado como una colcha de retazos, «tenían razón», porque ese cansancio cundió en uruguayos de todas las colectividades políticas, por eso la existencia aún hoy de diferencias.

«La política no puede ser el arreglo de mi barra, el arreglo de circunstancias personales, mi acomodo y el de los míos, porque eso significa la ruina del país», agregó. Reconoció pertenecer a una generación que creyó que iba a tocar el cielo con las manos «y nos rompimos las guampas y dejamos el cuero en la estaca, nos pasó de todo», aunque de eso no reniegue porque al final recogió muchas experiencias. «Por eso pertenezco a la generación de viejos que tienen sueños y que no abdican de los sueños, y que hoy se dan cuenta de que tienen que pelear para abrir el porvenir, aunque no tengo el derecho de decirle a la gente de izquierda, ‘esperá, esperá que venga una sociedad más justa’, porque me va a contestar ‘viejo, mañana tengo que pagar la luz'». Finalmente y en un mensaje conciliador, aclaró que no está en competencia ni con Danilo Astori, ni con Marcos Carámbula, porque él ocupará el lugar que la ciudadanía le dé en las urnas.

«Me considero de izquierda y bastante pragmático, y quiero acompañar y dejaré el cuero en la estaca, que mi Frente decida, que los compañeros del pueblo frentista decidan. Si me toca ser candidato, seremos, y sino, iremos en el puesto dos, o iremos en el puesto veinticinco. Así nomás de tranquilos y la decisión que tome el pueblo uruguayo será la nuestra; me siento orgulloso de tener una afectuosa disputa con compañeros de una formidable magnitud como Carámbula y Astori; son compañeros del inmenso tesoro que tiene el Frente y yo no voy a recorrer este país dándole una mano de bleque a mis compañeros, a los que preciso mañana. Ténganlo absolutamente bien claro», concluyó.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje