Día del trabajador frigorífico

En una sesión que pasará a la historia porque fue más que nada testimonial, los representantes aprobaron y por unanimidad que el 28 de mayo de cada año se festeje el día del trabajador de la industria frigorífica. Sí, fue por unanimidad aunque no faltó ese minuto de debate, de aporte crítico, de visión diferente a un proyecto que provino de la Comisión de Trabajo de la Cámara baja y que con la aprobación de ayer pasó rápido al Senado para su sanción definitiva, ya que se pretende que el próximo jueves 28 sea feriado para los trabajadores cárnicos. José Luis Blasina (Partido Socialista) fue el responsable de informar a los pocos que escuchaban sobre los motivos que llevaron a establecer esta conmemoración. Apenas empezó con su discurso aseguró que no iba a improvisar con lo que iba a decir (entonces ¿lo hizo alguna vez?) «porque es un tema que me toca muy de cerca», agregó. Allí habló sobre la historia de los frigoríficos en la zona de el Cerro, de la lucha sindical y repasó cuando se devolvió al sindicato la sala de eventos ubicada en la calle Holanda entre Japón y Grecia, pleno corazón de la villa. El diputado del Fidel, Doreen Javier Ibarra aportó lo suyo y recordó al histórico líder de su sector, Luis Pedro Bonavita, también director del extinto Frigorífico Nacional. Alberto Casas (Herrerismo) se limitó a mencionar algunos de los más notorios establecimientos frigoríficos de su San José y se animó a decir que el proyecto de festejo debería ser más abarcativo e incluir a los empresarios de la carne. El no lo notó, pero desde la bancada del Frente Amplio fruncieron las narices casi al unísono. Lo siguieron en las intervenciones los diputados Jorge Pozzi, Luis Gallo Imperiale, Alba Cocco, Carlos Maseda, Pablo Abdala, Mónica Travieso, Carlos Enciso y Víctor Semproni que intentó sin mucho éxito condimentar el debate respondiéndole a Casas de que el reconocimiento como el «día de…» era exclusivamente para los trabajadores y no para los industriales. «No mezclemos las aguas» pidió. Por otro lado, volvió para atrás un proyecto que proponía el nombre del maestro y aún desaparecido Julio Castro para un liceo de Florida. Quieren proponer otros nombres.