Efecto desmovilizador. Atribuyó baja votación en el Frente Amplio al "machaque" de las encuestas

Mujica avizora más votantes para la izquierda en octubre

En su audición diaria por M24, Mujica remarcó ayer que apenas «una parte de la ciudadanía» fue la que concurrió a las urnas para elegir al candidato que la representará en las elecciones nacionales.

A continuación, Mujica expuso la actitud de los dirigentes más votados del Partido Nacional, Luis Lacalle y Jorge Larrañaga, que acordaron una fórmula presidencial, la misma noche de las internas, sin haber realizado ninguna consulta previa a los demás sectores partidarios.

«Se ha determinado que el doctor Lacalle represente al Partido Nacional. Y el Partido Nacional ha sido más rapidito. Anoche (por el lunes), entre los dos líderes decidieron las fórmula, y ya está, en la consideración pública», comentó Mujica.

«Para algunos fue, de arranque, un golpe efectista y efectivo del Partido Nacional. Para los que somos frenteamplistas», tomó distancia Mujica, «nunca nos hubiera sido posible, por más acuerdos que hagan dos señores importantes, tomar una decisión así, sin tener en cuenta, aunque sea mínimamente, a la opinión del resto de los compañeros que representan distintas direcciones».

«Es innegable que existen figuras representativas en nuestro Frente.

Pero, las tradiciones que parecen una formalidad, son, en el fondo, instituciones de carácter elemental en el juego democrático», dijo y explicó: «Ponerse de acuerdo puede ser necesario e imprescindible.

Pero después hay que consultar cómo la ven y qué le parece al resto de los compañeros que representan corrientes de opinión.

De todas maneras, relativizó Mujica, las encuestas no se equivocaron mucho en los resultados finales, pero se equivocaron bastante en cuanto al nivel de convocatoria de la elección, que fue magra, entre 13 y 15 puntos menos de lo que previeron las encuestas.

Es un caudal importante de gente que se pensaba que iba a ir a votar y no fue».

Mujica escribió «dos hipótesis contradictorias» que habrían desmotivado a los posibles votantes.

«El bombardeo de las encuestas anteriores señalaba que en el Frente Amplio, y aún en el Partido Colorado, había poca emoción porque «los dados estaban echados por el machaque de esas mismas encuestas», señaló. «Y convengamos que estas internas no eran muy convocantes, en cuanto a decidir algo que pareciera de antemano decidido. Y creemos que este fenómeno operó, aunque no haya sido el único».

El candidato relativizó además la presunta votación alta que habría logrado el Partido Nacional, aspecto de los resultados que imputó a intereses partidarios en los departamentos.

«Otro aspecto importante es un relativo movilizador de la movilidad y la movilización de la opinión pública del Partido Nacional, que es el peso que tiene en el interior del país el poder de elegir, eventualmente, a las convenciones departamentales, de cuya correlación de fuerzas saldrán los futuros candidatos a intendente.

Es «un hecho poco visible para los montevideanos», destacó.

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