En clima de fervor, el Frente Amplio proclamó su fórmula presidencial

La fórmula del Frente Amplio que ayer se proclamó oficialmente funcionó. La decisión y los discursos, de Jorge Brovetto, José Mujica y Danilo Astori hicieron explotar ayer en aplausos y cánticos a una multitud que colmó el amplio gimnasio de Cambadu y que se extendió fuera de las instalaciones.

José Mujica y Danilo Astori lograron además revivir viejas consignas de la izquierda. En gargantas de los integrantes del Plenario frentista y de los militantes que se hicieron presentes con cientos de banderas se desempolvaron cánticos como «Somos, vamos, vemos con el Frente venceremos» o «el pueblo, unido, jamás será vencido», o «si esto no es el pueblo, el pueblo dónde está», esas que, apenas comienzan a sonar, vienen y traen miles de imágenes y sonidos acumulados en los 38 años de historia de esta colectividad política.

El clima fue completamente distinto al que se había instalado en estos días. En parte por el estado de ánimo de los dirigentes, pero también, y fundamentalmente, por el entusiasmo y la emoción de los militantes presentes.

El general Víctor Licandro, fundador del FA, fue ovacionado cuando se mencionó su nombre. Otros nombres cuyas referencias generaron cerrados aplausos fueron el del presidente de la República, Tabaré Vázquez, y el del líder histórico de la coalición de izquierda, general Líber Seregni.

Un escenario llano, despojado de ornamentos, casi austero, aguardaba desde temprano para ser ocupado por los máximos dirigentes de la izquierda. Un poco más abajo, filas de sillas de plástico reservadas para los diferentes partidos y movimientos frentistas. Una hora y minutos más tarde de lo pactado (a las 11.15) comenzó el Plenario. Brovetto recordó que el único punto a discusión era la elección del candidato a vicepresidente. El presidente del FA dijo que «el FA promueve participación, acuerdos políticos sustanciales, lejos de montajes que más parecen para el Oscar de la Academia», en referencia a la forma en que fue presentada el 28 de junio la fórmula del Partido Nacional. Brovetto anunció que José Mujica fundamentaría la moción que proponía a Astori y lo presentó como «el futuro presidente de los uruguayos». Lo hizo con tanto énfasis que hasta el propio Mujica se aplaudió a sí mismo y de pie.

Mujica leyó la moción y resaltó que estaba firmada por «todos los sectores políticos del FA y por los representantes de las bases». Afirmó que el FA no hace «telepolítica» y expresó que «la fórmula está sintetizando aquello de obreros y estudiantes, unidos y adelante». Mujica dijo que «Astori es un compañero de lucha y así será hasta el final».

Agradeció públicamente «la generosidad» de Astori y dijo que «no hubo condición y sí devoción para ponerse donde el FA lo necesite».

Pidió que el Plenario aprobara por aclamación la moción y como respuesta los 172 miembros del órgano de dirección del FA se pusieron de pie con los poderes en las manos y todo el gimnasio vibró con la ovación más grande de la mañana. Un conmovido Danilo Astori agradeció «la confianza y el honor» y desde el público un militante le respondió a voz en cuello: «Te la merecés, compañero», lo que motivó un nuevo aplauso cerrado.

En su discurso Astori se dirigió a Mujica y le dijo: «Voy a dar lo mejor de mí y hasta el último gramo de energía para que seas presidente».

Habló de confianza en la fórmula y en sus integrantes, de la alegría a trasmitirle a los militantes, «de los momentos de debilidad que a veces tienen los dirigentes y no los militantes ­dijo mirando hacia la concurrencia­ porque el frenteamplismo y la mística ustedes los tienen labrados en la piel». Astori también despertó dos aplausos sostenidos cuando recordó que hay que votar para anular la Ley de Caducidad y para conquistar «el voto para nuestros compatriotas en el exterior».

 

El Plenario terminó entre cánticos y aplausos.

Los militantes, con sus banderas, emprendieron el recorrido por los caminos internos del parque de Cambadu hacia Luis Alberto de Herrera. Como dijo Brovetto, «ahora comenzó la campaña del FA» y el ánimo general parecía darle claramente la razón. (ver páginas 4,5,6 y 7).