Preocupaciones. Asimetrías, doble arancel externo y trabas a exportaciones

Uruguay planteó fuerte reclamo contra proteccionismo en Asunción

«La situación en materia de restricciones al comercio recíproco es insostenible, en particular para los socios de pequeño tamaño económico», advirtió con firmeza la delegación uruguaya ayer durante la reunión de ministros del Mercosur, a la que asistieron Gonzalo Fernández, ministro de Relaciones Exteriores, y Alvaro García, ministro de Economía y Finanzas. En la reunión de ayer del Consejo Común se expresaron claramente dos visiones, aunque con puntos en común, la de los países grandes, Argentina y Brasil, un tanto más positiva, y la de los pequeños, Paraguay y Uruguay, de tono más crítico.

«Estamos enfrentando envíos de personal a seguro de desempleo y la paralización de líneas de producción en diversas empresas, como consecuencia directa de las restricciones aplicadas por otros socios del Mercosur», indicaron los representantes uruguayos.

La delegación uruguaya extendió sus críticas a las situaciones de doble arancel externo común (AEC) y la persistencia de asimetrías entre los socios.

También la «poca utilización» de los Fondos de Convergencia Estructural (Focem), por lo que propusieron revisar ese mecanismo creado para equilibrar el desarrollo económico de los miembros.

Los representantes de nuestro país pusieron ejemplos concretos de la situación que denunciaban. Indicaron que desde hace varios meses se aumentó la cantidad de líneas arancelarias bajo el régimen de licencias no automáticas previas de importación, alcanzando una amplia gama de productos», esto en referencia a Argentina.

«En otro caso se modificó el régimen de ingreso de la leche en polvo, que pasó de uno de licencias automáticas a otro de licencias no automáticas, generando retrasos considerables en el acceso al mercado», en este caso referido a Brasil.

Uruguay también mostró insatisfacción con la cantidad de acuerdos comerciales alcanzados por el Mercosur y otros bloques.

Finalmente Uruguay planteó que «la falta de avances sustantivos en los tratamientos de las asimetrías» hace indispensable mantener mecanismos tales como los regímenes especiales de importación, incluido el de admisión temporaria, para el cual requieren una prórroga».

El planteo fue compartido por Paraguay. En su informe tras la reunión el canciller paraguayo, Héctor Lacognata, manifestó también su «desencanto» hacia el Mercosur por la falta de acuerdo en la eliminación del doble cobro de la tarifa externa común.

«Respondimos a la crisis con medidas proteccionistas unilaterales, sin coordinación regional alguna», señaló.

«Estoy preocupado por el estancamiento y el desgaste del Mercosur como alternativa económica», subrayó.

Lacognata explicó los problemas que enfrenta el Mercosur, en parte por la crisis económica internacional, que «favorece políticas proteccionistas», pero también destacó «la falta de voluntad política y de solidaridad, que son ingredientes vitales para que haya un proceso de integración».

Sin embargo, destacó la importancia de inaugurar la noche del jueves la sede del Instituto Social del Mercosur, como un avance del bloque en materia de integración.

La delegación argentina justificó las medidas restrictivas al comercio con los otros países del bloque «en el impacto de la crisis financiera internacional». El secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería argentina, Alfredo Chiaradía, sostuvo que el derrumbe «del comercio global es por la caída de la demanda global. No es la aplicación de medidas lo que provoca la caída de exportaciones». Chiaradía también argumentó que «ninguno de nosotros puede aspirar a no tener costos cuando la economía, el comercio global cae como ha estado cayendo».

Los representantes brasileños, que cuestionaron las prácticas proteccionistas como una posibilidad para enfrentar la crisis, relativizaron sin embargo los cuestionamientos y destacaron que «el comercio intrarregional cayó mucho menos que el comercio mundial» y que se han dado avances importantes en varios de los temas señalados.

Apenas concluida la reunión del Consejo Común del Mercosur, al llegar al Hotel Sheraton de Asunción para dialogar con el presidente Tabaré Vázquez, el ministro Alvaro García

dialogó con LA REPUBLICA y aseguró que en cuanto a las licencias automáticas, especialmente con Brasil, Uruguay ha hecho ingentes gestiones a nivel privado y público, y si no existen resultados positivos se efectuarían en las próximas horas gestiones entre los mandatarios de ambos países, porque la colocación de leche en polvo consistía en «ventas ya realizadas y ello perjudica a Uruguay».

En tanto, el canciller Gonzalo Fernández dijo anoche a LA REPUBLICA que durante la reunión hubo una evaluación general de la situación del Mercosur, un planteo «crítico» realizado por él y García sobre la situación «estancada» en la que se encuentra el bloque regional y la «falta de credibilidad».

Tal planteo de la delegación uruguaya fue respaldado por los ministros paraguayos, pero tuvo una visión más optimista de parte de Argentina y Brasil.

Los jerarcas uruguayos dijeron que el Mercosur tiene «problemas» y marcaron los puntos que están complicados, como por ejemplo: «la libertad de circulación por los bloqueos, el libre acceso de mercaderías por las licencias automáticas, la negociación externa trancada porque hay un solo tratado que únicamente Uruguay ratificó y que es el tratado con Israel».

Añadió que durante la presidencia pro témpore Uruguay insistirá con la «eliminación del doble cobro del Arancel Externo Común, pero si no hay consenso a nivel general probablemente se pueda iniciar bilateralmente con Brasil, país que sí lo acepta y lo ha ofrecido, y esto no genera fricciones con los demás países».

En otro orden, los bancos centrales trabajan para sustituir el dólar en el intercambio comercial. Las entidades apoyarían la propuesta de utilización de monedas locales en el comercio y probar el sistema en forma experimental en 2010.

El canciller remarcó que los grandes problemas son «económicos pero también políticos», aunque «no prosperó la agenda del Parlamento del Mercosur de crear una Corte Suprema de Justicia. Uruguay planteó que en la medida en que se desglosaran los proyectos estaría dispuesto a votar la resolución sobre el Parlasur, pero Paraguay mantuvo su tesitura de que era un paquete, al igual que la representación proporcional de los países». Fernández señaló que ello requiere, a juicio de Uruguay, la modificación de la Ley de elecciones, y por ello no podía ser internacionalizado automáticamente al derecho uruguayo. Por otra parte, el secretario de Estado mantuvo contactos con sus pares de Paraguay y Bolivia para firmar un documento que le da más impulso al relanzamiento del Urupabol (Uruguay, Paraguay y Bolivia).

En ese marco, Fernández dijo que habrá una primera reunión de vicecancilleres, que serán los coordinadores nacionales, la cual se realizará en agosto en Asunción del Paraguay.

Según Fernández, reflotar el Urupabol «no generaría restricciones con los demás miembros del bloque, porque uno de los proyectos es la interconexión energética y se trazaría un gasoducto que atravesaría una franja del territorio de Brasil, que utilizaría gas boliviano».

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