Mujica apelará al voluntariado para trabajar en asentamientos

«A los 15 días de asumir la Presidencia estaremos acampando», anunció. «Tenemos que entender que no puede haber más compatriotas viviendo adentro del barro», dijo Mujica, quien se pronunció a favor de organizar «el voluntariado social» desde el Estado, práctica habitual en países avanzados.

El presidenciable adelantó que solicitará la colaboración de las Fuerzas Armadas y la Policía para custodiar los «campamentos solidarios» y los materiales de construcción. «Querer a la gente no es chuparse el dedo», se excusó. También pedirá capataces al sindicato de la construcción.

El candidato presidencial realizó el anuncio ayer por la tarde en la capital de Canelones, adonde se trasladó desde Santa Lucía. En ambas ciudades realizó actividades para la campaña electoral con su compañero de fórmula, el candidato a la vicepresidencia Danilo Astori.

«Hemos aprendido una lección histórica en los últimos cinco años y ahora sabemos que el próximo gobierno deberá gobernar con una fuerza política en un estado constante de movilización», explicó. «Tenemos que transformarnos en un gran voluntariado social», afirmó Mujica y recibió aplausos.

Mujica explicitó que asumía en plena campaña electoral «un compromiso solidario ante la opinión pública». «Tenemos que retobarnos» ante el estado de marginación que padecen muchos uruguayos, dijo Mujica.

«Todavía estamos a tiempo; mañana puede ser tarde», advirtió el candidato frentista.

El presidenciable describió las situaciones de indignidad y miseria que padecen los habitantes de los asentamientos irregulares y alertó sobre el peligro de que la marginación en Uruguay pueda derivar en una «subcultura» del delito, en una situación de carácter similar al resto de los países de América Latina.

La construcción solidaria, con manos voluntarias, de viviendas para personas sin recursos, explicó, es «un empujón para que se puedan levantar los que están más caídos». «La marginación», agregó, «viene de la pérdida de hábitos de trabajo; tenemos que ayudarlos para que aprendan a levantarse».

Mujica agregó que un segundo gobierno del Frente Amplio permitirá «asegurar los cambios» y «las políticas sociales» del gobierno del presidente Tabaré Vázquez. «Una derrota en octubre» será, por el contrario, «un retroceso para la gente» más pobre, que se benefició con un gobierno de izquierda.

El presidenciable aseguró que un gobierno de izquierda se abocará a «erradicar la indigencia» al tiempo de «reducir la pobreza a la mitad» y propiciará la creación de «otros 200 mil puestos de trabajo».

«No estamos en la política para enriquecernos, sino que para interpretar las necesidades más hondas de nuestro pueblo», afirmó Mujica. «Una nación», agregó, «es una larga marcha humana que supone un compromiso a futuro con las generaciones venideras».

«El escenario principal en esta campaña electoral estará en la conversación mano a mano con los vacilantes», arengó. «Tenemos que llegar a los que nunca vienen a nuestros actos; no sirve hablar con los convencidos», señaló.

«Ser militante», disparó Mujica, «no es ir a pasarse un montón de horas sentado adentro del comité de base: es ser agitadores y salir a la calle para convencer a los vacilantes que no saben qué votar».

El vicepresidenciable Danilo Astori sostuvo por su lado que «la militancia aflojó un poco, por nuestros errores como dirigentes, pero ahora es la que nos dice qué tenemos que hacer para conseguir un segundo gobierno del Frente Amplio. «Se trata de acumular los acuerdos por encima de las diferencias», argumentó Astori en un llamado a dejar de lado los sectarismos de la izquierda.

Astori advirtió que «un triunfo nunca está asegurado» y convocó a todos los militantes frentistas a redoblar el esfuerzo hacia las elecciones nacionales de octubre.

«La victoria será hija de nuestro trabajo, que deberá ser intenso y de buena calidad política», dijo Astori, quien consideró que «el capital político» del Frente Amplio para conquistar la adhesión de «los jóvenes que nunca votaron» y de «los adultos que nunca nos votaron», son sus «militantes» y «los logros» del gobierno Vázquez.